El Ayuntamiento de Alicante pide disculpas por el "error técnico" que impidió a miles de alicantinos comerse las uvas

El Ayuntamiento de Alicante ha pedido disculpas hoy lunes mediante un comunicado por el "error técnico" que impidió la pasada Nochevieja amplificar el sonido de las 12 campanadas. Esto provocó que miles de alicantinos y visitantes presentes en la zona no pudieran oir a un volumen suficiente en la Plaza del Ayuntamiento y calles adyacentes durante la celebración del Fin de Año, por lo que se quedaron sin comer las uvas a tiempo.Tal y como ha detallado el consistorio municipal,  el error tuvo su origen "en la decisión de un técnico municipal", que optó por no conectar la megafonía de la campana para evitar la sensación de retardo y duplicidad durante las campanadas, que había generado quejas y desconcierto en años anteriores. De hecho, la fiesta infantil de Nochevieja se celebró con normalidad a mediodía del mismo sábado 31, lo que llevó al técnico del Ayuntamiento a mantener el mismo dispositivo para la medianoche.El Ayuntamiento de Alicante reitera que las 12 campanadas sonaron durante la Nochevieja. No obstante,  lamenta las molestias causadas a los participantes en la celebración y pide disculpas por el fallo técnico que impidió amplificar el volumen del sonido y dificultó la audición a los cientos de personas congregadas en las inmediaciones de la Plaza del Ayuntamiento.Tal es así que este hecho causó estupefacción entre los asistentes, así como frustración y lamentación por lo ocurrido. "Lo de que no sonarán las campanadas ha sido una broma de mal gusto? La plaza llena de gente y no ha sonado nada… algo que decir? Decepcionante es poco #Alicante", publicaba una persona en su cuenta de Twitter.Otras formaciones políticas han salido al paso ante lo acontecido en Alicante durante Nochevieja. Desde Iniciativa per Alacant, han criticado la "inoperancia, imprevisión y ridículo del Ayuntamiento de Alicante" señalando que "Barcala es incapaz de prever que suenen sus propias campanadas en Nochevieja, ante el desencanto de miles de alicantinas y turistas".