Más de treinta voluntarios han participado este verano en el programa de estudio y protección de las praderas de Posidonia oceánica ‘Posimed 2022’, cuyos trabajos se han realizado en 63 puntos de inmersión distribuidos de norte a sur de la provincia. La Diputación de Alicante colabora con el Instituto de Ecología Litoral en el desarrollo de este interesante proyecto científico con el que se pretende conocer el estado de conservación de esta especie endémica, exclusiva del mar Mediterráneo, difundir su conocimiento y concienciar sobre la necesidad de su preservación. Los resultados, que serán analizados en los próximos meses, muestran a priori importantes recuperaciones y tendencias positivas en la mayoría de las praderas, aunque también revelan impactos en la cobertura de aquellas más someras, debido al efecto del anclaje de embarcaciones y líneas de delimitación de las zonas de baño. “Los datos obtenidos por el proyecto Posimed son de gran utilidad e importancia, ya que ofrecen un análisis sobre el estado ambiental de la Posidonia oceanica, tanto de forma anual, como de los últimos años muestreados”, ha explicado el diputado de Medio Ambiente, Miguel Ángel Sánchez, quien ha añadido que “debido a su lento crecimiento, que oscila entre uno y cuatro centímetros al año, lo más relevante es obtener series largas de datos para poder comprobar su evolución a lo largo del tiempo y, de esta manera, valorar el estado de esta especie, vital para la vida marina litoral”. Los resultados de la campaña, además de compartirse con las administraciones autonómica y estatal, se difundirán a través de la página web del Instituto de Ecología Litoral por medio de su memoria anual. Asimismo, las conclusiones se enviarán a los ayuntamientos de la provincia, quienes las utilizarán para apoyar las solicitudes de banderas azules de sus playas, ya que esta información es un criterio imperativo en la normativa establecida para la concesión de tales distintivos. La Diputación de Alicante colabora con el Instituto de Ecología Litoral en el estudio y protección de las praderas de Posidonia oceánica desde 2001. Este proyecto, considerado como uno de los más antiguos de España, además de enfocarse desde un punto de vista científico contempla un programa de ‘Ciencia Ciudadana’ que, tras dos años interrumpido a causa de la COVID, ha retomado este verano la participación de buceadores voluntarios.