economía

Rusticana reabre en Calpe con nueva imagen y apuesta por la auténtica cocina italiana

El restaurante celebra su 20º aniversario con un horno napolitano visible, una carta más concisa y elaboraciones artesanas que combinan tradición y modernidad

1 minuto

Sala interior Rusticana

El restaurante Rusticana, uno de los primeros italianos que abrió sus puertas en Calpe en 2005, reabre este verano coincidiendo con su 20º aniversario. Ubicado en la calle Pintor Sorolla, 5 —una de las más transitadas del municipio y a pocos metros de la playa— el restaurante regresa con una propuesta completamente renovada tanto a nivel gastronómico como de diseño e identidad.

La reapertura de Rusticana llega de la mano de sus nuevos propietarios, una familia de italoargentinos afincados en Calpe: Gonzalo Mariconde, Marisa De Cesaris, Christian Idda y Yamila De Cesaris, quienes también gestionan el cercano Arte Restobar. Tras adquirir el local a principios de año, acometieron una completa remodelación con el objetivo de mantener la esencia de la trattoria tradicional italiana, pero actualizándola al contexto gastronómico de 2025.

Un horno napolitano visible y una carta más concisa

Uno de los principales atractivos del nuevo Rusticana es su forno napoletano a gas y a la vista, el único de este tipo en Calpe. Con una cúpula dorada que alcanza los 400 °C y una base giratoria con capacidad para nueve pizzas, este horno permite cocinar las pizzas en apenas dos minutos, respetando el estilo italiano: masas finas, crujientes y digestivas.

La carta ha sido rediseñada para ofrecer una experiencia más clara y directa, sin perder profundidad ni variedad. Se ha reducido el número de platos, pero se ha incrementado la calidad y la autenticidad de los ingredientes, todos ellos de origen italiano —como la mozzarella fior di latte, el guanciale o la mortadela— salvo el jamón serrano y el aceite de oliva, que proceden de productores españoles.

Propuestas destacadas

Entre las elaboraciones más valoradas por los comensales se encuentran la pizza Quattro Formaggi, elaborada con tomate, mozzarella, gorgonzola, queso de cabra y parmesano, y los raviolones de rabo de toro, que se preparan al momento con una salsa italiana casera y sin precocción, lo que garantiza una textura al dente.

Una de las curiosidades de la carta es la posibilidad de añadir una burrata extra a cualquier pizza por 5 €, una opción muy bien acogida por los clientes. Además, Rusticana incluye propuestas especiales fuera de carta, como la pizza del mes, que en junio fue la Boscaiola, con cebolla caramelizada, champiñones y longaniza.

También destaca un entrante singular: unas “bravas especiales” elaboradas con gnocchis fritos, que reinterpretan con acierto una tapa clásica desde la perspectiva italiana.
 

Rusticana tabla

Repostería casera y cocina abierta

El apartado dulce tiene un papel destacado, con postres caseros elaborados diariamente por Yamila De Cesaris, pastelera y una de las propietarias. El tiramisú tradicional es la estrella, aunque también sobresale la mousse de limón, especialmente refrescante en temporada estival.

Otro de los valores añadidos del restaurante es su cocina completamente abierta, donde los comensales pueden observar en directo el proceso de elaboración de pizzas, pastas y masas. El interiorismo, inspirado en los colores de la bandera italiana, junto a una distribución que combina mesas altas y bajas, ofrece un ambiente acogedor y moderno para hasta 120 comensales.

Una reapertura con buena acogida

A pesar de llevar solo dos meses en funcionamiento desde su reapertura, Rusticana ya ha conseguido consolidarse entre el público local y visitante. Sus responsables aseguran estar satisfechos con la acogida inicial y planean seguir incorporando novedades a partir de otoño.

El restaurante abre de miércoles a lunes, de 18:00 a 00:00, y mantiene su vocación de ofrecer gastronomía italiana auténtica en cualquier época del año, no solo durante la temporada alta. “Queremos hacer pueblo y que los vecinos de Calpe nos sientan como un restaurante de referencia los doce meses del año”, señala Gonzalo Mariconde.