Dos incendios han sacudido la provincia de Alicante (Benidorm y Elche) en las últimas horas, lo que ha dejado graves consecuencias en las viviendas afectadas con multitud de enseres calcinados por las llamas. No obstante, no hay que lamentar daños personales.El primer incendio tuvo lugar en Benidorm, donde una vivienda en una cuarta planta fue arrasada por las llamas en la tarde de ayer. Afortunadamente, la inquilina pudo escapar del lugar antes de que las llamas se propagaran por el resto del edificio. Tres dotaciones de bomberos acudieron al lugar para extinguir el fuego con rapidez y evitar que se propagara. La labor de la policía nacional y local también fue crucial en la extinción del incendio. A pesar de que el fuego fue controlado, la vivienda resultó seriamente dañada en el interior.El segundo incendio ocurrió en la pedanía de Los Arenales del Sol de Elche, en el ático de un edificio de seis alturas, calcinando completamente el interior de la vivienda. Los bomberos recibieron la llamada de emergencia a las 21:33 horas de la noche del domingo, y al llegar al lugar encontraron la vivienda en llamas. Las llamas se originaron en la vivienda más alta del edificio y se propagaron rápidamente por el interior. A pesar de que los bomberos acudieron rápidamente, no pudieron evitar que el fuego se extendiera y calcinara la totalidad de la vivienda. Afortunadamente, no hubo heridos ni víctimas mortales en el incendio.En ambos incendios, las labores de extinción y control del fuego fueron llevadas a cabo por los bomberos de la provincia de Alicante, que trabajaron sin descanso para apagar las llamas y evitar que se propagaran. En el caso de Benidorm, también se agradece la labor de la policía nacional y local en la extinción del fuego.El fuego es una de las mayores amenazas para la seguridad de las personas y sus bienes, por lo que es importante tomar medidas preventivas para evitar que se produzcan incendios. Es necesario tener un plan de evacuación en caso de emergencia, instalar detectores de humo en las viviendas, no sobrecargar los enchufes eléctricos, no dejar velas encendidas o brasas sin vigilancia, y tomar todas las precauciones necesarias para evitar que se produzcan incendios.