"Desde este momento doy un paso al lado para que Alicante pueda seguir mejorando". Así de contundente se ha mostrado el hasta ahora concejal de Hacienda, Deportes y Patrimonio, Toni Gallego, para anunciar su dimisión de todos sus cargos. "Dejo el acta de concejal y vuelvo a mi carrera profesional como gestor", ha recalcado un Gallego visiblemente emocionado.
Esta decisión, anunciada en una comparecencia urgente en la mañana de este lunes 16 de junio, permite al equipo de gobierno de Luis Barcala reconducir su relación con su socio fundamental Vox para aprobar el Plan Financiero del Ayuntamiento. La salida de Gallego, al menos de su gestión en el área de Hacienda, era una de las peticiones del grupo ultra para sellar el acuerdo.
La renuncia ha llegado tras más de quince días de silencio por parte del concejal. Un tiempo en el que toda la oposición en bloque ha pedido su cese tras la polémica por haber incumplido la regla de gasto en casi 30 millones de euros. Tan solo diez minutos después del anuncio de la dimisión de Gallego, el equipo de gobierno ha emitido un comunicado en el que confirmaban el acuerdo con Vox para aprobar este plan de ajuste.
¿Por qué debe aplicarse un plan de ajuste?
Antes de comunicar su marcha “definitiva e irrevocable”, Gallego ha querido defender su gestión al frente de Hacienda y explicar los motivos que han llevado en la necesidad de ajustar las cuentas para los ejercicios 2025 y 2026. En este sentido, ha querido detallar con cifras y argumentos las razones por las que su departamento optó por “priorizar” la inversión en servicios e infraestructuras frente a un cumplimiento estricto de la regla del gasto.
“Teníamos tres opciones: cumplirlo todo, no cumplir nada o cumplir la estabilidad y superar el techo de gasto. Elegimos la tercera, porque es la única que permite mejorar la ciudad sin perder el control presupuestario,” ha afirmado. El hasta ahora concejal ha explicado que Alicante cerró 2024 con un superávit de 6 millones de euros y una deuda pública por debajo del 25%, “muy lejos del límite legal del 75%”, ha recalcado Gallego.
Sin embargo, al ejecutar 322 millones de euros —por encima del techo permitido de 291 millones— se ha tenido que elaborar un plan económico que permita ajustar las cuentas. “Si hubiéramos seguido al pie de la letra el techo de gasto, habríamos tenido que dejar de invertir 30 millones en servicios y obras. Eso habría significado que ese dinero se pudriera en el banco, literalmente, en forma de remanentes sin uso,” ha subrayado.
Entre las inversiones realizadas en 2024 mediante esta “flexibilidad presupuestaria”, Gallego ha detallado que se encuentran:
- Compra de autobuses eléctricos por 12 millones de euros.
- Reforma de la Plaza de San Blas.
- Implantación de la carrera profesional con una dotación de 1 millón.
- Subvenciones al transporte gratuito para menores y mayores.
- Donación de 1,5 millones para damnificados por la DANA en Valencia.
- Obras de mejora en la Rambla-Explanada, zonas deportivas, y vehículos de Policía Local.
“No voy a ser el impedimento”
Además de apuntar a los bloques de izquierda en el Ayuntamiento, Gallego también ha interpelado directamente al grupo Vox acusándolos de querer romper el pacto presupuestario por motivos políticos y no técnicos. “La sensación es que no estaba en su hoja de ruta mantener el pacto. Han querido usar el plan económico para forzar un cambio de liderazgo. Y si el precio es mi cabeza, no voy a ser ni el obstáculo ni el impedimento”.
La portavoz de la formación ultra, Carmen Robledillo, pidió la dimisión de Gallego para continuar las negociaciones con el equipo de gobierno por entender que “había mentido”. La discrepancia se originó en un punto técnico del borrador del PEF que impedía la bajada del IBI. El ahora exconcejal sostiene que esa cláusula es modificable sin romper el pacto fiscal: “Se puede rebajar el IBI si no se reduce la recaudación neta. Es una cuestión de voluntad”.
Para cerrar, el hasta este lunes responsable del área de Hacienda comparó la situación de Alicante con otros municipios: “En Elche —gobiernan PP y Vox— o Alcoy —con un equipo de gobierno formado por PSOE y Compromís— también han incumplido la regla de gasto, pero sin cumplir la estabilidad presupuestaria. Nosotros sí lo hemos hecho. Y aun así, hay quien vende titulares como si estuviéramos al borde del colapso”.
La izquierda tacha la gestión de "irresponsable"
Las reacciones desde el bloque progresista no se han hecho esperar. La portavoz del Grupo Municipal Socialista, Ana Barceló, ha considerado que tras la renuncia de Gallego el alcalde, Luis Barcala, tendrá que decidir entre dos opciones: “asumir la hoja de ruta misógina, xenófoba y homófoba de la ultraderecha, o, por contra, no aceptar ese chantaje de Vox y sacar adelante el plan de ajuste con la abstención del grupo socialista”.
Barceló ha recordado que el principal grupo de la oposición reclamó el cese al considerar que era el "máximo responsable" del incumplimiento de la regla de gasto, lo que obliga a aprobar un plan de ajuste. En ese sentido, desde el PSOE recuerdan que se ofreció al PP la posibilidad de sacar adelante el plan económico financiero cumpliendo dos cuestiones: la salida de Toni Gallego del ejecutivo y que no se aceptará ninguna de las condiciones de Vox.
Por su parte, el portavoz de Compromís, Rafa Mas, señala que "Toni Gallego dimite asumiendo la pésima gestión del Gobierno de Barcala. Un concejal de Hacienda y un Gobierno en blanco. Ha enumerado proyectos impulsados por el anterior mandato. Obras chapuza con sobrecostes y casi todas financiadas por fondos Europeos, donde se han engordado a las contratas y una colmatada de especulación por la inacción de Rocio Gómez".
En esta línea, Manolo Copé, portavoz de Esquerra Unida-Podem, ha valorado la dimisión como "inevitable" ante una gestión "insostenible e irresponsable". Copé insiste en que "el equipo de gobierno intenta imponer un plan de ajuste para tapar su mala gestión". "Se han gastado ahorros sin control —continúa— confiaron en ayudas que nunca llegaron y ahora pretenden que la ciudadanía alicantina cargue con el coste de su incompetencia".