Los puntos violeta se han convertido en un elemento indispensable en celebraciones con gran afluencia de asistentes. Estas mesas informativas son espacios de atención en los que se presta asesoramiento a víctimas en casos en los que pudiese haberse cometido un abuso sexual, además de puntos sensibilización y visibilización en las fiestas. Tras su instalación habitual en los últimos años en Alicante, la intención de Vox de convertirlas en un elemento arrojadizo y de presión en las negociaciones por la ordenanza de Ocupación de la Vía Pública había puesto en duda su regreso en las Hogueras 2024.
Sin embargo, el vicealcalde de Alicante, Manuel Villar, ha sido tajante en la comparecencia posterior a la Junta Local asegurando que “habrá cuatro puntos violeta en Fogueres”. De hecho, Villar afirma que ya están previstos por la Concejalía de Bienestar Social y adelanta que dos de ellos serán fijos y otros dos itinerantes, aunque todavía no se ha especificado su ubicación. En este sentido, el portavoz señala que Vox realizó una enmienda a la Ordenanza pidiendo retirar el término ‘punto violeta’ de la norma y confirma la “predisposición” del equipo de gobierno para “abrir el abanico a cualquier tipo de delito".
Así, Villar explica que “si nos circunscribimos solamente al punto de violeta, tendríamos un problema para delitos como el bullying, los delitos de odio o los delitos de xenofobia en el deporte. Creo que hemos llegado a un acuerdo, que por lo menos la propuesta alternativa que nosotros hacemos a su enmienda no elimina sus puntos". Pero el espíritu de la propuesta de la formación ultra se centraba en la desaparición completa de los puntos violeta y su sustitución por los puntos de información sobre cualquier tipo de delito. Esa discrepancia deja ahora en el aire la regulación sobre terrazas y ruido.
Vox retira su apoyo
Las palabras de Manuel Villar han generado un asombro palpable entre los representantes de Vox presentes en la rueda de prensa al considerar que “ese no era el acuerdo alcanzado en la fase de negociación” y, por tanto, reitera que se posicionará en contra de su aprobación prevista para el próximo pleno. De esta forma, el equipo de gobierno pierde el apoyo en esta cuestión de su socio favorable, como ya formalizaron con el acuerdo para los presupuestos de 2024. “No es cierto que en las reuniones mantenidas nuestra pretensión fuera que se eliminara la expresión, sino que pedíamos que se eliminaran los 'puntos violeta' y que toda persona víctima de cualquier tipo de delito pueda ser atendida”, incide la portavoz de Vox, Carmen Robledillo.
La formación ha formalizado el desencuentro retirando todas las enmiendas presentadas al texto sobre la ordenanza que debería ser revisada en la comisión de Presidencia y Régimen Interior prevista para este jueves. “Nuestra propuesta era que hubiera un punto único de atención a la víctima”, insisten desde Vox. A pesar del órdago, fuentes cercanas a la alcaldía recalcan que "en Alicante seguirá habiendo puntos violeta porque es una necesidad y un compromiso de este Ayuntamiento".
Asimismo, insisten que el texto fue consensuado con Vox y permite la posibilidad de que se instalen puntos violeta y puntos de información de distinta naturaleza para abordar temas “igual de importantes" sin la limitación del documento anterior que tan solo permitía su instalación por motivos concretos. De la misma manera, achacan el movimiento a la cercanía de las elecciones europeas y apuntan que “la lucha contra la violencia de género es innegociable y una cuestión de interpretación o ideológica no puede frenar una ordenanza que da respuesta a los sectores productivos de Alicante”.
Críticas de la izquierda y ¿acercamiento?
El Grupo Municipal Socialista, a través de la concejala Victoria Melgosa, reclama "valentía" al alcalde, Luis Barcala, y sostiene que el primer edil "no puede ceder ante el chantaje de la ultraderecha para retirar los puntos violeta. No debe usar a las mujeres como moneda de cambio y claudicar ante los postulados de Vox obviando el Pacto de Estado contra la Violencia Machista", sostiene en un comunicado en el que adelanta la presentación de una declaración institucional en el próximo pleno que sirva de “vara de medir sobre si el equipo de gobierno se posiciona con postulados rancios o del lado de los derechos humanos".
Asimismo, Melgosa manifiesta que “es vergonzoso” que se haya negociado con la ultraderecha a puerta cerrada sobre los puntos violeta y denuncia que “supone atentar directamente sobre la seguridad de las mujeres”. Por su lado, la concejala del grupo Compromís, Sara Llobell, acusa al equipo de gobierno de estar "secuestrado por la ultraderecha", con el pacto de "una oficina anti aborto" y "suprimiendo puntos violeta".
El portavoz de la formación progresista, Rafa Mas, plantea un entendimiento e insta a negociar “para salvar la ordenanza frente a la posición ultra de Vox”. En esta línea, la socialista Melgosa enfatiza que el PP está “abocado a situaciones esperpénticas” por estar dispuesto a negociar “únicamente con la ultraderecha” y tiende la mano para “negociar los grandes acuerdos de ciudad y las decisiones que afectan a los derechos de la ciudadanía con el principal grupo de la oposición y no los que abanderan el negacionismo”, asevera.