El MARQ abre sus puertas al extraordinario legado arqueológico de Dénia con piezas de valor incalculable

La exposición cuenta con la colaboración de entidades como los museos Catedralicio, el de Bellas Artes y el de Prehistoria de Valencia, el MAN de Madrid, el Louvre de París o la Fundación Bancaja

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Fachada del MARQ
Fachada del MARQ

El MARQ ha presentado ‘Dénia, arqueología y museo’, una exposición impulsada por la Diputación junto al Ayuntamiento de Dénia que cuenta con la colaboración de una decena de museos, archivos y fundaciones nacionales e internacionales que han prestado sus piezas con el fin de facilitar la contextualización histórica de la ciudad.

El diputado de Cultura, Juan de Dios Navarro, acompañado por la secretaria autonómica de Cultura, Pilar Tébar, y el alcalde de Dénia, Vicent Grimalt, ha inaugurado esta mañana la muestra compuesta por una cuidada selección de piezas de gran valor histórico procedentes de los fondos patrimoniales de Dénia y otros museos, que se podrán contemplar por primera vez en Alicante hasta el próximo mes de abril de 2026. Navarro ha destacado el trabajo de este “innovador proyecto que vuelve a situar al MARQ en primera línea con una novedosa presentación desde la dualidad mar y tierra, elementos esenciales y complementarios que llenan de significado la historia de Dénia y su territorio”.

El recorrido propone desde las manifestaciones de arte rupestre de la cueva de la Catxupa, a yacimientos tan emblemáticos como el Alt de Benimaquia, uno de los centros vitivinicultores más antiguos de la Península, o la fundación de la ciudad romana de Dianium, trastocada en madīna Dāniya, puerto destacado del Mediterráneo islámico, hasta convertirse en la Dénia contemporánea.

Un llaüt da la bienvenida a la primera sala, dedicada a la vocación marítima de la ciudad, y avanza el moderno diseño expositivo llevado a cabo por el equipo de Ángel Rocamora. Desde la Protohistoria y la Antigüedad Clásica, el núcleo urbano se materializa como soporte de un puerto en diálogo constante y permanente con el mar, que lo convierte en epicentro de los acontecimientos que se suceden en su territorio a lo largo de su dilatada historia. 

El suelo evoca un mar en movimiento en el que se exponen objetos producto de la relación que desarrollaron nuestras sociedades del pasado a través de sus rutas. Destacan las ánforas de vino y aceite llegadas de todos los confines de Roma o el conjunto de bronces más importante del Occidente islámico, reunido por primera vez con objeto de la presente exposición, así como un tesoro y ricas colecciones cerámicas medievales procedentes de naves hundidas. O el largo viaje de la pasa y las relaciones internacionales que su comercio propició en el trascurso del siglo XIX.   

El otro eje de la ciudad de Dénia es su intensa materialidad, con un gran número de objetos que son expresión de su devenir histórico, corolario de más de cuarenta años del programa de Arqueología Urbana. Así, en la segunda sala se puede contemplar la imponente fachada portuaria de Dianium, con numerosos edificios y muelles y las necrópolis con sus ajuares funerarios. O la articulación de su territorio a través de villae de explotación agraria, con centros de producción de ánforas como el de l’Almadrava. 

En esta estancia se exponen las improntas materiales de la prodigiosa Dāniya, medina con barrios comerciales, un arrabal portuario, grande y muy poblado, y otros arrabales de propósito artesanal, de intensa vida productiva expresada a través de más de veinte hornos cerámicos. Y después, la villa medieval, que en 1612 recibió de Felipe III el título de ciudad. Son los prolegómenos de un núcleo urbano que, tras vivir el auge derivado del comercio de la pasa a lo largo del siglo XIX, se sume en una crisis que supo trastocar en oportunidad con el desarrollo de una colorista industria juguetera. 

‘Dénia, arqueología y museo’ reúne también obra seleccionada y objeto de cesión temporal procedente de otros museos como el MARQ, el Museo Catedralicio de Valencia, el de Bellas Artes y el de Prehistoria de la misma ciudad, el MAN de Madrid, el Louvre de París -con una placa de mármol epigrafiada del Visir Abu Amir Muhammad del siglo XI- o la Fundación Bancaja, con el lienzo de Vicent Mestre El Embarque de los Moriscos en el Puerto de Denia, que forma parte de una serie de siete que el, Rey Felipe II de Valencia y III de Castilla encargó para fijar en la memoria histórica un hecho transcendental para nuestra tierra como fue la expulsión de los moriscos entre los años 1612 y 1613.

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