Declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional, la Semana Santa de Crevillent es una de las que más historia y tradición posee de toda la Comunidad Valenciana, al nivel de las de Elche. Desde el siglo XVII se tienen conocimientos de estas fiestas y, tras dos años de pausa por la pandemia, los crevillentinos y crevillentinas retoman una de sus fiestas por excelencia. Aunque no se posee constancia cierta de los orígenes de la Semana Santa de Crevillent, se puede afirmar que al poco de la expulsión de los moriscos ya se constituyeron las primeras cofradías de las que han llegado hasta nuestras fechas la cofradía de La Virgen de la Aurora y la Mayordomía del Santísimo Sacramento (nacidas en el primer cuarto del siglo XVII).
Semana Santa de Crevillent
Con la emoción a flor de piel, la Semana Santa de Crevillent encara sus principales actos. Las procesiones arrancaron el Sábado de Pasión, donde el paso de La Convocatoria recorrió el municipio anunciando la llegada de la Semana Santa. Le siguió el Domingo de Ramos, en el que la villa se inundó de palmas y alegría para recibir a Jesús Triunfante. Como novedad, este año se rescató la procesión de las Mantillas en honor a las mantillas que procesionaban en la década de los 50.
El Martes Santo tiene lugar la procesión de Penitencia, en la que el silencio y la oscuridad se adueñan del casco antiguo con el único sonido de los motetes de un coro de voces graves que custodian el paso lento y austero del Cristo de Difuntos y Ánimas bajo la luz de las antorchas y la presencia de los incensarios.
A partir de entonces, el Miércoles Santo, tras la marcha de los pasos hacia la Plaza de la Constitución para su concentración, las calles se visten en la noche del color satinado de las vestas que escoltan a las 16 imágenes que recorren la villa en la procesión de la Pasión de Cristo. A su término, alrededor de las tres de la madrugada, numerosos fieles siguen al Santísimo Cristo de la Victoria con María Magdalena y a las Tres Marías y San Juan en la Procesión del Traslado. Mientras que el Jueves Santo, los cánticos religiosos confluyen en el rezo de las catorce estaciones del Vía Crucis.Procesión de los Coros
Uno de los momentos más emblemáticos de la Semana Santa de Crevillent es el paso de la procesión de los Coros. En ella, se entonan los singulares "motetes sacros" (cantos de composiciones polifónicas para las iglesias que datan del siglo XIII). Durante la procesión, participan imágenes de Mariano Benlliure junto a otras de escultores valencianos. Este es un momento en el que el espectador se siente sumergido en una manifestación de música sacra con las interpretaciones de los coros crevillentinos, que han cosechado galardones por su talento interpretativo.A esto se suma el acompañamiento musical de bandas de timbales, coros de voces graves, de voces blancas, coros mixtos y banda. Es importante resaltar que la Semana Santa de Crevillent resalta la importante labor del escultor Mariano Benlliure. De hecho, su obra expresa la singularidad, plasticidad, belleza y grandiosidad de su expresión artística, poniendo de manifiesto su excelso trabajo en las obras tradicionales del pueblo. Este año, además, es muy especial para el municipio pues se celebra el 75 aniversario del fallecimiento del artista con varias conmemoraciones y el reconocimiento del año 2022 como "Año Benlliure". El recorrido de esta Procesión de la Muerte de Cristo arranca a las 20.30 horas del Viernes Santo en la plaza Macia Abela y sigue por la calle Santísima Trinidad, San Sebastián, plaza Chapí, La Morquera, calle Blasco Ibáñez y termina en la plaza de la Constitución.En la procesión del Santo Entierro de Cristo, del Sábado Santo, destaca el respeto y la devoción, siendo interrumpido el silencio solamente por los cantos corales y el sonido de los tambores que marcan los pasos de las y los costaleros.
El broche de oro de esta festividad llega el Domingo de Resurrección, con el encuentro de las imágenes de San Juan de la Palma y Regina Pacis, acompasado con el fondo de la armonía del Aleluya de Haendel.