Paisajes, rincones, pueblos y lugares emblemáticos de la provincia de Alicante a través de la mirada y el pincel de
Mariano Ibáñez. Esa es la temática principal de la
exposición ‘Paisajes, marinas y nocturnos’ del pintor autodidacta alicantino, que se podrá visitar de lunes a sábado, en un horario de 11 a 13 de la mañana y de 17:30 a 20 de la tarde, en la sala de exposiciones de la
Diputación de Alicante hasta el próximo 9 de diciembre.
Esta mañana se ha producido la inauguración de la muestra, a cargo del diputado de Cultura, Juan de Dios Navarro, el comisario de la exposición, el historiador José Luis Antequera, y el propio artista protagonista, Mariano Ibánez. En la presentación, Navarro ha querido reconocer el trabajo y el esfuerzo del pintor y ha destacado que “para la Diputación es un orgullo poder exponer estas piezas únicas que son un viaje a través de la vida de Mariano y de su visión personal de la provincia”. Asimismo, el diputado ha animado a todos los alicantinos y alicantinas a acudir durante el próximo mes a disfrutar de la exposición.
Protagonismo del mar
En total, la exposición recoge
29 obras pintadas con la técnica “alla prima”. Este estilo se caracteriza por la construcción pictórica a una sola capa con espátula, sin boceto previo y terminadas en un máximo de tres sesiones de trabajo, cuando la pintura está todavía fresca. Mariano Ibáñez incluso reconoce que una vez firmadas nunca rectifica sus obras, de ahí la frescura que transmiten sus cuadros.En la gran mayoría de las piezas, los paisajes costeros y el azul del mar son los grandes protagonistas. El vitalismo y la alegría del verano inunda su estilo pictórico, especialmente a través de sus marinas, con la única pretensión de “evocar los momentos felices del espectador y sus mejores recuerdos frente al mar”, admite el autor.
Además, la exposición se completa con una serie de retratos y diferentes piezas enfocadas en los viajes del autor a lo largo de su vida. Un recorrido por el norte de España, en ciudades como San Sebastián, Santander o Gijón, paisajes mediterráneos de Formentera y Tossa de Mar, y el suroeste de la costa francesa, donde Ibáñez queda seducido, entre otros aspectos, por las arenas ocres y los típicos parasoles rayados de la playa de Biarritz.
