Un cambio de calendario inédito que rompe con la tradición. Las próximas oposiciones para acceder al cuerpo de maestros y maestras de Educación Primaria en la Comunitat Valenciana se celebrarán, por primera vez, en septiembre. Así lo recoge la resolución publicada este lunes en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV), que hace oficial la convocatoria y confirma la modificación de fechas respecto a junio y julio.
La Conselleria de Educación argumenta que la medida busca “aligerar la carga” de los docentes que integran los tribunales de evaluación y evitar que los exámenes coincidan con el final del curso escolar. Sin embargo, esta nueva planificación traslada el proceso selectivo a otro periodo de alta actividad en los centros educativos: la vuelta a las aulas.
La convocatoria, al detalle: plazas ofertadas
La convocatoria contempla un total de 1.959 plazas de turno libre, con un 10% reservado a personas con algún tipo de discapacidad. Por especialidades, estas son las plazas ofertadas:
- Educación Infantil: 475 plazas.
- Educación Primaria: 750.
- Lengua Extranjera (inglés): 158 plazas.
- Educación Física: 125.
- Música: 85.
- Audición y Lenguaje: 137.
- Pedagogía Terapéutica: 229.
Aunque el DOGV no concreta las fechas exactas de los exámenes, el departamento que dirige José Antonio Rovira ha indicado que se desarrollarán “a partir del 1 de septiembre”, una vez publicada la lista definitiva de aspirantes admitidos y excluidos. No obstante, este verano el director general de Personal Docente, Pablo Ortega, adelantó que las pruebas se podrían celebrar los días 12 y 19 de septiembre de 2026.
Críticas por el impacto en el inicio de curso
El anuncio ha generado un amplio rechazo entre el profesorado y las organizaciones sindicales. El principal motivo de malestar se centra en la repercusión sobre la coincidencia de las oposiciones con el comienzo del curso escolar. Los sindicatos advierten de que el nuevo calendario "dificultará la organización interna de los colegios y reducirá la disponibilidad de docentes para las sustituciones".
El Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de la Enseñanza del País Valencià (STEPV) ha manifestado que la decisión “no contenta a nadie, ni a opositores ni a tribunales”, al tiempo que “complica el funcionamiento de los centros educativos”. En la misma línea, UGT ha alertado de que desplazar las oposiciones a septiembre "es un error que afectará directamente a la calidad educativa” al coincidir con "la planificación de grupos y la adaptación del alumnado".
Los representantes del profesorado añaden que la convocatoria podría provocar tribunales sobrecargados, dificultades de conciliación y menor tiempo para la preparación del curso. También apuntan a las altas temperaturas y a los problemas logísticos que podrían derivarse de la coincidencia entre las pruebas y el inicio de las clases.
El descontento del colectivo no es nuevo. Ya en julio, cerca de un millar de docentes firmaron un escrito dirigido a la Conselleria solicitando mantener las pruebas en junio. En la carta, los firmantes enumeraban los posibles perjuicios de la modificación: interrupción del arranque del curso, desajustes en las plantillas, pérdida de continuidad en las sustituciones y efectos sobre la toma de posesión de las plazas.
Los docentes que impulsaron la iniciativa también argumentaron que el cambio dificultará el descanso y la preparación de los aspirantes, además de generar un “efecto llamada” hacia candidatos de otras comunidades autónomas. Pese a las críticas, la administración mantiene su propuesta y defiende que la decisión fue negociada con las organizaciones sindicales en mesa sectorial, aunque sin lograr el consenso del profesorado.