Sociedad

La Casa de las Conchas: un lugar único a menos de una hora de Alicante

Descubre este emblemático rincón de Rojales, uno de los tesoros de la provincia alicantina formado por más de 700.000 conchas

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Miles de conchas embellecen la casa

La provincia de Alicante aguarda uno de los secretos más maravillosos del mundo. Una fabulosa casa revestida con más de 700.000 conchas (¡sí, has leído bien!). Sin duda, una auténtica joya que refuerza la versatilidad y el potencial turístico de la Costa Blanca, así como los numerosos encantos de un territorio alicantino que entrelaza la naturaleza del interior con sus paisajes montañosos, el magnífico litoral plagado de playas y calas y un nutrido catálogo de monumentos asombrosos, como esta casa convertida en museo.

Esta maravilla arquitectónica se encuentra en la localidad vegabajense de Rojales, a menos de una hora de Alicante. En concreto, el viaje en coche desde la capital dura en torno a los 45 minutos y se puede visitar todos los días de la semana de 10h a 20 horas por tan solo cinco euros. Se trata de un rincón imprescindible que descubrir por su singularidad, siendo uno de los lugares únicos en el mundo por la originalidad y creación de su aspecto exterior. 

Veinte años de trabajo

El origen de la Casa de las Conchas surge de la pasión de su dueño, Manuel Fulleda Alcaraz, por los caparazones de los moluscos marinos. Así, durante cerca de veinte años se dedicó a trasladar poco a poco las conchas que recogía en sus paseos por las playas de Guardamar del Segura y La Manga del Mar Menor a las paredes de su casa. Un meticuloso trabajo que proporciona ese encanto especial y único de la fachada y el interior de la vivienda que llama tanto la atención y no deja indiferente a ninguno de los visitantes.

Fachada de la Casa de las Conchas de Rojales

Además, también utilizó las conchas para confeccionar esculturas y elementos decorativos uno a uno en un proceso laborioso y admirable que comenzó en 1993 y que ahora pueden disfrutar todos los amantes de las curiosidades. Y no solo reviste la fachada, sino que cada caparazón sirve de relieve de escaleras, balaustradas, macetas, tuberías e incluso la chimenea que se fusionan con adornos cerámicos y una cuidada selección de colores.

Este extravagante conjunto arquitectónico recuerda al estilo característico la Casa de las Conchas de Salamanca, en la que decenas de miles de caparazones deslumbran cuando el sol ilumina cada una de las piezas. Ya sea porque te encuentras en la zona de la Vega Baja o porque decides realizar una visita o una ruta cercana a Rojales, descubrir el arte que desprende esta joya se convierte en indispensable.

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