Los tres nuevos vecinos de Terra Natura Benidorm

Terra Natura Benidorm cría a tres suricatas recién nacidas que han sido rechazadas por su madre.

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Rayitas, Puntitos y Garfio son los nuevos vecinos de Terra Natura Benidorm. Los cuidadores del parque de naturaleza y animales Terra Natura Benidorm han asumido la tarea de alimentar y cuidar a tres crías de suricata (Suricata suricatta) que nacieron recientemente y fueron rechazadas por su madre. Este es el primer nacimiento de suricatas en el parque de Benidorm.

Las tres crías, llamadas Rayitas, Puntitos y Garfio, se encuentran en perfecto estado de salud y están creciendo adecuadamente gracias a los cuidados del equipo de expertos del parque, que se dedica a la conservación de la biodiversidad. Al nacer, las crías pesaron unos 25 gramos y midieron alrededor de ocho centímetros.

La madre, Paqui, probablemente las rechazó debido a que es primeriza y aún no ha desarrollado su instinto maternal. Después del parto, Paqui se acicalaba y evitaba a las crías cuando intentaban alimentarse. Al notar este comportamiento, los cuidadores intentaron que las aceptara retirándolas y acercándoselas nuevamente, pero ella siguió rechazándolas.

Ante esta situación, los cuidadores decidieron criar a las crías manualmente alimentándolas con biberón. Rayitas, Puntitos y Garfio ahora están en un espacio exclusivo con un peluche que simula la figura materna, ya que por instinto buscan refugio bajo el cuerpo de su madre. Serán alimentadas con biberón hasta que cumplan aproximadamente un mes de edad.

Cuando sean capaces de alimentarse por sí mismas y sean completamente independientes, se reintroducirán en el grupo de suricatas del parque, que actualmente cuenta con tres miembros. El proceso de reintroducción comenzará con contacto visual y olfativo, observando su comportamiento. Gradualmente, se alargarán los periodos de contacto visual y se eliminarán las barreras físicas bajo estricta supervisión para prevenir cualquier tipo de agresión.

Roles en la crianza

Las suricatas nacen con los ojos y oídos cerrados y una capa muy fina de pelo. Cada miembro del grupo tiene roles importantes. Mientras las crías están en la madriguera, algunos individuos permanecen con ellas como niñeras, mientras otros buscan alimento. Al salir de la guarida, a las tres o cuatro semanas, los miembros no reproductores ayudan en el cuidado y alimentación de las crías, aumentando sus posibilidades de supervivencia.

Las crías emiten sonidos específicos para pedir comida y alertar sobre presas cercanas. Las hembras gestan por 2,5 meses y, al nacer las crías, el grupo colabora en su crianza, fortaleciendo los vínculos sociales. Las suricatas tienen patas delanteras musculosas con garras de hasta 15 milímetros para excavar.

Principalmente insectívoras, también cazan pequeños reptiles y aves. Es esencial ofrecerles una dieta similar a la que tendrían en la naturaleza, ya que alimentarlas solo con pienso puede afectar su bienestar psicológico, debido a que dedican mucho tiempo a escarbar en busca de alimento y requieren un ambiente enriquecido.

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