La paulatina toma de conciencia sobre las barreras que encuentran estas personas, al igual que el conjunto de personas con algún tipo de discapacidad, ha permitido avanzar en la atención, la capacidad jurídica y la accesibilidad. A pesar de ello, la organización pone el foco en que todo aquello que no se ve no recibe la adecuada rehabilitación y se dificulta la inclusión y el apoyo a las familias.De esta forma, desde la asociación lamentan que en la Comunidad Valenciana hay más de 60.000 personas con Daño Cerebral Adquirido pero menos de 100 plazas de Centro de Día específico para DCA. Una falta de recursos enorme y muy desigual teniendo en cuenta que el porcentaje de personas que consigue trabajar, conducir, estudiar o vivir con un grado de autonomía alto apenas supera el 10% de las personas afectadas. Es por ello que desde ADACEA subrayan que "todavía queda mucho trabajo por hacer".ADACEA conmemora el Día Nacional del Daño Cerebral Adquirido para visibilizar y concienciar
La asociación reivindica un mayor número de plazas en los Centros de Día de la Comunitat para el cuidado de las personas afectadas
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La asociación ADACEA ha salido a la calle en el Día Nacional del Daño Cerebral Adquirido para visibilizar, informar y concienciar sobre el daño cerebral. Para ello, han puesto en marcha una serie de iniciativas este jueves 26 de octubre, que se unen a la presentación en el día de ayer de su calendario solidario 2024 centrado en las profesiones, como la organización de diferentes mesas informativas en Alicante, San Vicente del Raspeig y Elche.En la Plaza del Ayuntamiento, a las doce del medio día, ha tenido lugar la lectura del Manifiesto Nacional del DCA, al que han asistido representantes de toda la corporación municipal alicantina, y con el que se ha querido visibilizar las secuelas invisibles que tienen las personas que sufren daño cerebral adquirido. De esta forma, la presidenta de la asociación, María del Carmen Ferrer, ha recalcado en el manifiesto que el cerebro, además de encargase de movimientos voluntarios como caminar o extender un brazo, así como procesar la información que recibe a través de los sentidos, también controla otras funciones que no se ven: la respiración, la digestión, el habla, la memoria o el control de las emociones y de la conducta.Una lesión en el cerebro puede alterar la capacidad para desarrollar estas funciones. Estas alteraciones, que a menudo no se ven a simple vista, están presentes en todas las esferas de la vida, como las relaciones sociales, el trabajo, actividades de ocio o en los estudios. Acciones como comprar una entrada e ir al cine o a un museo, hacer la compra en el supermercado, viajar en transporte público o acudir al centro de salud pueden convertirse en grandes retos para las personas con Daño Cerebral Adquirido.La paulatina toma de conciencia sobre las barreras que encuentran estas personas, al igual que el conjunto de personas con algún tipo de discapacidad, ha permitido avanzar en la atención, la capacidad jurídica y la accesibilidad. A pesar de ello, la organización pone el foco en que todo aquello que no se ve no recibe la adecuada rehabilitación y se dificulta la inclusión y el apoyo a las familias.De esta forma, desde la asociación lamentan que en la Comunidad Valenciana hay más de 60.000 personas con Daño Cerebral Adquirido pero menos de 100 plazas de Centro de Día específico para DCA. Una falta de recursos enorme y muy desigual teniendo en cuenta que el porcentaje de personas que consigue trabajar, conducir, estudiar o vivir con un grado de autonomía alto apenas supera el 10% de las personas afectadas. Es por ello que desde ADACEA subrayan que "todavía queda mucho trabajo por hacer".
La paulatina toma de conciencia sobre las barreras que encuentran estas personas, al igual que el conjunto de personas con algún tipo de discapacidad, ha permitido avanzar en la atención, la capacidad jurídica y la accesibilidad. A pesar de ello, la organización pone el foco en que todo aquello que no se ve no recibe la adecuada rehabilitación y se dificulta la inclusión y el apoyo a las familias.De esta forma, desde la asociación lamentan que en la Comunidad Valenciana hay más de 60.000 personas con Daño Cerebral Adquirido pero menos de 100 plazas de Centro de Día específico para DCA. Una falta de recursos enorme y muy desigual teniendo en cuenta que el porcentaje de personas que consigue trabajar, conducir, estudiar o vivir con un grado de autonomía alto apenas supera el 10% de las personas afectadas. Es por ello que desde ADACEA subrayan que "todavía queda mucho trabajo por hacer".Destacados