Alicante

Alicante limitará horarios y reducirá terrazas en Castaños y el casco antiguo

El Ayuntamiento impondrá restricciones y un mayor control para combatir el exceso de ruido en las Zonas Acústicamente Saturadas de la ciudad

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Terrazas en la calle Castaños de Alicante

El Ayuntamiento de Alicante ha decidido dar un paso adelante en la regulación de las zonas más afectadas por el ruido y el ocio nocturno en la ciudad: la calle Castaños y el casco histórico, ambas declaradas como Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS). Una iniciativa, empujada principalmente por una sentencia judicial, que se ha dilatado en el tiempo pese a que el equipo de gobierno siempre ha defendido su intención de hacerla efectiva. 

El consistorio argumenta que el objetivo primordial es buscar un equilibrio “coherente” entre la oferta de ocio nocturno y el derecho de los vecinos y vecinas al descanso, aunque ha encontrado el rechazo tajante del sector hostelero alicantino. Las medidas adoptadas son contundentes, con una nueva normativa que incluye la suspensión de licencias, recortes en el espacio de veladores y un control más estricto de los horarios de cierre en dos áreas clave de la ciudad: las calles Castaños, San Ildefonso y San Francisco, así como la Plaza Quijano, junto con las calles Virgen de Belén, San Agustín y Montegón. 

Por un lado, los establecimientos de estas zonas tendrán que ajustar sus horarios. Entre semana, es decir, de domingo a jueves, se verán obligados a cerrar a las 00:30 horas, mientras que los viernes, sábados y las vísperas de festivos podrán mantener sus puertas abiertas hasta la 1:00. En lo que respecta a las terrazas, el horario general establece que deberán ser desmontadas a las 00:00 horas, aunque durante los meses de verano –del 1 de junio al 30 de septiembre– se permitirá una extensión de media hora los viernes, sábados y días previos a festivos, pudiendo así ocupar el espacio público hasta las 00:30 horas.

Estudio acústico y razones para la medida

Estas limitaciones se aplican en base a un estudio técnico municipal en el que se establece que los niveles de ruido en estas zonas superan en más de 20 decibelios los límites permitidos por la normativa en vigor, y este exceso se repite de forma sistemática varias veces por semana. Para declarar una zona ZAS, es necesario que estos picos de ruido se registren al menos dos veces por semana durante tres semanas consecutivas o en tres semanas alternas dentro de un periodo de 35 días. En este caso, el informe corrobora que ambas áreas afectadas cumplen con esos criterios.

Además de la regulación horaria, en el que las discotecas deberán cerrar a la 1 de la madrugada entre semana y a las 02:00h las noches de viernes, sábado y vísperas de festivo, la nueva normativa supone la suspensión temporal de las licencias para nuevas actividades de ocio y recreativas en estas áreas. Esto implica que no se concederán permisos para la apertura de nuevos locales ni para la instalación de más terrazas o veladores. De igual forma, los establecimientos que ya cuenten con autorizaciones verán restringida la posibilidad de ampliarlas o modificarlas.

Así, uno de los puntos claves de estas restricciones en las ZAS es la reducción del 50% en la superficie de las terrazas o veladores que ya estén autorizados antes de la declaración de las Zonas Acústicamente Saturadas. Por tanto, esto afectará a una parte importante de los locales de hostelería, que tendrán que ajustar su oferta para adaptarse a esta nueva limitación. La reducción del espacio en las terrazas tiene como objetivo disminuir la concentración de personas en la vía pública y, con ello, los niveles de ruido.

Reacciones del sector hostelero

En una reunión mantenida con representantes del sector hostelero y del ocio, los concejales de Medio Ambiente y Comercio, Manuel Villar y Lidia López, expusieron los detalles de la nueva normativa. A la reunión asistieron, entre otros, María del Mar Valera, en representación de la Asociación Provincial de Hostelería (APHEA); Javier Galdeano, de la Asociación de Locales de Ocio de Alicante (Alroa); Manuel Seijo, propietario de "La Historia", y Alexander Sheroziya, de "Concerto".

El sector, que se levantó de la mesa durante la exposición de la primera medida por parte de los ediles, mostró su preocupación por el impacto que estas restricciones tendrán en sus negocios, especialmente en una ciudad como Alicante, donde “el turismo y el ocio nocturno representan una parte importante de la economía”. 

A pesar del desplante, Manuel Villar, defendió la aplicación de estas medidas, destacando que "el objetivo es encontrar un equilibrio entre la actividad económica y el derecho al descanso de los residentes". Según el edil, los estudios sobre niveles de ruido amparan esta actuación del Ayuntamiento. Asimismo, aseguró que "estas decisiones están respaldadas por un análisis técnico que garantiza que el derecho a la salud y al descanso de los ciudadanos prevalezca sobre otras consideraciones".

Excepciones y seguimiento de las medidas

A pesar de las restricciones, se han previsto excepciones durante las principales festividades locales. Así, los periodos de Hogueras de San Juan, Nochebuena, Nochevieja, Año Nuevo y Reyes contarán con normativas específicas que permitirán una mayor flexibilidad en los horarios de apertura y en el uso de terrazas, tal y como se regulará en los correspondientes decretos municipales.

Para garantizar el cumplimiento de la normativa, se aumentará la presencia de agentes de la Policía Local en los horarios de cierre de los locales. Además, el Ayuntamiento ha anunciado la creación de una mesa de trabajo conjunta con el sector hostelero y de ocio, cuyo propósito será hacer un seguimiento de la aplicación de las medidas y evaluar posibles ajustes en el futuro. También se lanzarán campañas de concienciación dirigidas a la población, con el fin de reducir la contaminación acústica y fomentar un comportamiento más respetuoso con los vecinos.