Tabarca fija sus límites con un nuevo marco urbanístico que redefine cómo se puede intervenir en la isla. La protección del patrimonio construido, la preservación de su trama urbana y la ausencia de nuevos crecimientos fuera de la muralla marcan el eje de un plan que ordena el presente y el futuro del único núcleo habitado insular del término municipal de Alicante.
El Ayuntamiento prevé aprobar la próxima semana, en Junta de Gobierno, el inicio de la tramitación del Plan Especial de Protección de Nueva Tabarca mediante la evaluación ambiental y territorial estratégica por parte de la Generalitat Valenciana. Así lo avanzó este jueves el vicealcalde, Manuel Villar, durante el Pleno ordinario del mes de diciembre.
El documento propone distintas fórmulas de protección del patrimonio cultural con el objetivo de compatibilizar las necesidades urbanísticas y la vida diaria en la isla con la conservación de sus características propias. Para ello, define tipologías edificatorias, establece diferentes niveles de protección, concreta las intervenciones permitidas en cada caso e introduce nueva documentación para la solicitud de licencias urbanísticas.
Límites claros al desarrollo de la isla
El plan se concibe, según apuntan fuentes municipales, como un instrumento contenido, centrado en la puesta en valor del patrimonio cultural de Nueva Tabarca. No plantea ningún crecimiento urbanístico y se limita a la calificación de suelo urbano existente dentro del recinto amurallado.
Así, el Plan Especial garantiza la conservación de la trama urbana característica del ámbito de Tabarca y se convierte en la primera propuesta de estas características que incluye el istmo como suelo no urbanizable. Además, descarta de forma expresa cualquier previsión de crecimiento urbanístico, reforzando los límites físicos y normativos del conjunto insular.
Protección de conjunto
Junto a los 57 elementos protegidos por catálogo, como edificios religiosos, civiles y militares, y las 46 viviendas tabarquinas, el plan establece una protección de conjunto que afecta a otras 109 casas tradicionales. Esta figura obliga a mantener la volumetría existente en el edificio principal o en las dos primeras vertientes, así como los tipos de cubierta originales.
Esta protección de conjunto, insisten las fuentes consultadas, también implica conservar los huecos existentes o su estructura compositiva, los acabados exteriores, las texturas y los detalles estilísticos y constructivos.
Las actuaciones de demolición y nueva planta quedan restringidas a las construcciones contemporáneas, mientras que las edificaciones de origen tradicional quedan sujetas a criterios de conservación más estrictos.
Tipologías edificatorias
Las propuestas de protección se basan en una clasificación previa de las edificaciones existentes en categorías edilicias, entendidas como agrupaciones de construcciones con características comunes por su origen o por sus sistemas constructivos.
En este sentido, el Plan Especial establece las siguientes tipologías:
- Edificio religioso: Iglesia de San Pedro y San Pablo.
- Edificio singular: Casa del Gobernador.
- Construcciones militares: Muralla, Baluartes, Revellín del Real Infante, Puerta de San Rafael, Puerta de San Gabriel, Puerta de San Miguel, Falsabraga, Foso, Bóvedas, Polvorín y Cuerpos de Guardia.
- Edificaciones y construcciones civiles: Faro, Escuela, Casa del cura, Aljibes, Plazas, Red viaria, Casa de Labranza y Cementerio.
- Edificación urbana tradicional entre medianeras (casa tabarquina).
- Edificación contemporánea (casa tabarquina contemporánea y edificación contemporánea aislada).
El Plan Especial establece distintos niveles de protección para cada edificación. En los elementos catalogados se diferencian protecciones generales integrales, parciales, ambientales y tipológicas, en función de los valores arquitectónicos, morfológicos o constructivos a preservar. En el caso de las 109 casas urbanas tradicionales quedan sujetas a un grado de protección de conjunto que fija criterios comunes de conservación.
Ordenación de la isla
En paralelo, el documento define la ordenación estructural de Nueva Tabarca. Esta incluye la clasificación del suelo, la delimitación de los perímetros de afección y protección exigidos por la legislación sectorial, la definición de las zonas de ordenación estructural y la red primaria de dotaciones públicas. También delimita y caracteriza la infraestructura verde y regula el suelo no urbanizable.
Por otro lado, el plan desarrolla una ordenación pormenorizada que aborda la infraestructura verde urbana no incluida en la ordenación estructural, la red secundaria de dotaciones públicas y la delimitación de subzonas. Para cada una de ellas se establecen ordenanzas particulares de edificación que regulan dimensiones, forma y volumen, así como los usos del suelo, las alineaciones, las rasantes y los parámetros de parcelación.