Tras las graves inundaciones de 1982 y 1997, la ciudad de Alicante construyó un entramado subterráneo para canalizar el agua de las lluvias con el objetivo de evitar consecuencias desastrosas como las que, desgraciadamente, han asolado la provincia de València. Toda una infraestructura que se complementa con grandes depósitos como el situado bajo el campo de fútbol Juan Antonio Samaranch o parques inundables como el de La Marjal.
Sin embargo, con la proliferación de fuertes borrascas y DANAs cada vez más frecuentes, el Ayuntamiento de Alicante ha puesto en marcha una mesa técnica encargada no solo de revisar los cauces de los barrancos y las ramblas del término municipal, sino también los protocolos y los mecanismos de actuación en caso de emergencia climática.
De hecho, el pasado viernes 8 de noviembre el consistorio activó los primeros trabajos dentro del plan integral de mitigación de riesgos, focalizando estas tareas en la recopilación, revisión y coordinación de los planes municipales existentes en materia de inundabilidad y gestión de emergencias.
Esta Mesa Técnica de Evaluación de Riesgos para Emergencias Climáticas cuenta con la participación de distintas áreas municipales como Alcaldía, Medioambiente, Seguridad, Urbanismo y Partidas Rurales, así como la coordinación general de Gestión Municipal, la dirección general de Plan General y Planeamiento y la dirección general de Proyectos y Obras. Además, el equipo también está integrado por representantes de Policía Local, Protección Civil, la Mancomunidad de L’Alacantí y Aguas Municipalizadas de Alicante.
Evaluación y limpieza de las infraestructuras de drenaje
Uno de los ejes principales de la mesa técnica es la evaluación exhaustiva de las infraestructuras destinadas a la evacuación de aguas pluviales, incluyendo ramblas, barrancos y cauces de las cuencas dentro del término municipal. Este proceso de revisión implica la recopilación de información de múltiples fuentes, como los estudios de inundabilidad del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y el Plan de Actuación Municipal ante Emergencias, así como de entidades externas como el Patricova de la Generalitat y los informes de la Mancomunidad de L’Alacantí.
Tal y como ha explicado el portavoz municipal, Manuel Villar, el objetivo es crear un inventario detallado que refleje el estado actual de estas infraestructuras, identificar las áreas que requieren intervención y estudiar la delimitación de competencias entre el municipio y otros organismos para su mantenimiento y limpieza. Una vez se disponga de esta información, el Ayuntamiento y la Mancomunidad de L’Alacantí convocarán una reunión para coordinar acciones en los municipios colindantes, buscando establecer un protocolo de colaboración en el cuidado de los cauces.
Como resultado de esta evaluación, la mesa técnica prevé implementar un plan de limpieza y mantenimiento con inspecciones periódicas. Esta iniciativa se enfocará en actuaciones específicas dentro de las competencias municipales y exigirá la colaboración de otras administraciones con responsabilidad en el territorio como la Confederación Hidrográfica de Júcar. En este sentido, el plan, según subrayan desde el consistorio, cubrirá desde la limpieza de cauces y ramblas hasta la mejora de infraestructuras de alcantarillado para que puedan manejar un mayor volumen de agua en caso de lluvias intensas.
Control de construcciones en zonas inundables
Otro de los puntos destacados en la hoja de ruta de la mesa técnica es la localización de construcciones situadas en zonas con alto riesgo de inundación. Para ello, se elaborará un mapa detallado de las áreas inundables y se evaluará la situación de las edificaciones ilegales. “La erradicación de estas construcciones irregulares es una prioridad, ya que representan un riesgo tanto para sus ocupantes como para el correcto funcionamiento de los sistemas de drenaje y control de aguas”, apuntan desde el equipo de gobierno.
Por último, como parte de las medidas para mejorar la preparación ciudadana ante emergencias climáticas, la mesa técnica ha aprobado el desarrollo de un plan de divulgación enfocado en la prevención y los protocolos de actuación en caso de situaciones de emergencia. Este programa incluirá tanto actividades dirigidas al personal municipal, como jornadas formativas abiertas a la población y a colectivos residentes en áreas rurales y zonas particularmente expuestas en casos de inundación.