Alicante brinda al estilo bávaro. La ciudad se prepara para acoger el Oktoberfest Paulaner 2025 entre el 24 de octubre y el 9 de noviembre. Durante dos semanas, la plaza de toros se convertirá en una enorme carpa azul y blanca de más de 5.000 metros cuadrados, donde se mezclarán el aroma a malta, la música en directo y los sabores de Alemania.
Está previsto que se sirvan más de 75.000 litros de cerveza durante el evento, aunque la organización subraya que la experiencia va mucho más allá del brindis. La entrada será gratuita, con horarios de tarde entre semana (de 18:30 a 1:00 horas) y jornada completa los fines de semana (desde las 12:30 horas).
Gastronomía y tradición alemana
La oferta culinaria será uno de los grandes reclamos. Los asistentes podrán disfrutar de bretzels, codillo asado, salchichas bratwurst y bockwurst, patatas especiadas y el clásico postre ‘apfelstrudel’, junto a propuestas internacionales como hamburguesas y alitas. Los camareros, vestidos con trajes bávaros, servirán las cervezas Paulaner en jarras de medio, uno o dos litros, además de opciones sin alcohol y sin gluten.
El Oktoberfest incluirá también actuaciones musicales en directo, sesiones de DJ y el popular concurso de levantamiento de jarras, una prueba de fuerza y resistencia que promete risas y aplausos entre el público. El momento más esperado llegará el viernes 24 a las 19:00, con la apertura del primer barril y el tradicional grito de “O’Zapft is!” —“¡Ya está abierto!”— que inicia la fiesta.
Guía de cervezas de la Oktoberfest 2025
Consulta en este listado las cervezas imprescindibles durante la celebración de Oktoberfest Paulaner 2025 en Alicante.
Paulaner Münchner Hell (lager)
Más de dos siglos de historia. Esta cerveza se elabora en la ciudad de Múnich desde 1818 especialmente para la celebración de la Oktoberfest. Es la cerveza preferida en Alemania y se ha convertido en una auténtica institución muniquesa en todo el mundo. Tiene una fermentación baja con una graduación alcohólica de aproximadamente 4,9% vol.
Se trata de una cerveza dorada, clara y brillante, burbujeante en el vaso y coronada por una espuma blanca. Una ‘beer’ muy agradable al paladar: suave, con un elegante toque de malta y un ligero dulzor. Además, incorpora un discreto toque de lúpulo, todo un homenaje a la filosofía de vida bávara.
Salvator (tostada doble bock)
La historia de Salvator es también la de un mito bávaro. Nació entre los muros del monasterio de los monjes paulinos, quienes buscando una bebida nutritiva para los ayunos, dieron con una fórmula que cambiaría la tradición cervecera de Baviera. Así comenzó la leyenda de una cerveza fuerte y densa que pronto trascendió los claustros para conquistar tabernas y festivales.
Aquella creación artesanal se convirtió en el origen de la fábrica Paulaner, y con ella nació toda una categoría: las cervezas estacionales de alto contenido alcohólico. De hecho, cuenta con un alto contenido de mosto original que asciende a 18,3% y una graduación alcohólica de entorno a 7,8% vol.
Más de tres siglos después, la cerveza Salvator sigue fiel a su esencia. Su espuma color caramelo y su tono castaño anuncian una experiencia intensa. Perfeccionada generación tras generación, conserva ese equilibrio entre fuerza y suavidad que la distingue. La Salvator, tantas veces omitida, sigue siendo la madre de todas las cervezas “-ator”, una leyenda líquida que ha resistido el paso del tiempo sin perder ni una gota de autenticidad.
Paulaner Weissbier (ale de trigo)
La cerveza blanca de Paulaner es la número uno en Alemania. Su aspecto dorado y ligeramente turbio anticipa la frescura que esconde en cada trago. Coronada por una espuma firme y generosa, despliega desde el primer instante un aroma inconfundible a plátano maduro, que abre paso a matices tropicales de mango y piña.
Su equilibrio entre dulzor y amargor la hace irresistible tanto para expertos como para quienes simplemente disfrutan de una buena cerveza al sol. Con un 5,5% de graduación alcohólica y un contenido de mosto original del 12,5%, esta hefeweizen bávara encarna la ligereza sin renunciar al cuerpo.
Su textura cremosa y su burbujeo suave la convierten en la compañera ideal para compartir brindando ese placer sencillo y universal que une a la gente alrededor de una mesa. Cada sorbo confirma por qué esta cerveza blanca sigue siendo una de las más queridas del mundo: una combinación perfecta de tradición, frescura y carácter que ha conquistado paladares.