Alicante ya ha transformado sus calles con la llegada de la Navidad. Luces, guirnaldas, árboles, atracciones, belenes, pueblos navideños y espacios culturales se adueñan de cada rincón de la ciudad. Y entre todos los planes, uno de los más populares es el Mercado de Cascaruja y Porrate.
Este enclave tradicional, icónico en la Navidad alicantina desde hace décadas, vuelve a convertirse en un punto de encuentro y visita imprescindible para quienes buscan reencontrarse con las costumbres más arraigadas y empaparse del auténtico espíritu navideño de la ciudad, mientras compran algún regalo de última hora o piezas de decoración.
Este entrañable mercado, que cuenta con una decena de puestos, mantiene un formato sencillo y acogedor: pasear entre los tenderetes, detenerse a curiosear productos clásicos y compartir un espacio que, durante unos días, concentra parte de la magia de estas fechas en la antesala del Día de Navidad.
Fechas y horarios
El Mercado de Cascaruja y Porrate abre sus puertas del sábado 20 al miércoles 24 de diciembre y amplía este año su horario desde las 10:00h de la mañana hasta la medianoche (00:00h).
Esta franja permite a vecinos, vecinas y visitantes adaptar la visita a distintos ritmos, desde quienes se acercan a primera hora para evitar el bullicio de las horas con más trasiego de personas hasta quienes prefieren disfrutar del ambiente nocturno de Alicante y sus luces navideñas.

Su ubicación en el paseo de Federico Soto, una de las principales arterias comerciales de la ciudad, refuerza su carácter céntrico y accesible. El mercado comparte espacio con el Mercado de Navidad, que se mantendrá activo hasta el 6 de enero, y con la Feria del Libro de Ocasión.
Esta coincidencia convierte la zona en un punto estratégico durante las fiestas, donde es posible enlazar compras, paseos y actividades sin salir del corazón urbano de Alicante.
Zambombas, panderetas y dulces
La oferta del mercado mantiene intacta su esencia. Los puestos presentan una selección de productos típicos de estas fechas, como frutos secos, turrones y dulces tradicionales que evocan a los sabores navideños. Junto a ellos, no faltan las panderetas y zambombas y los gorros de Papá Noel que siguen protagonizando los encuentros familiares y celebraciones.
Los puestos también ofrecen una variedad de baratijas y pequeños objetos decorativos que se convierten en perfectos recuerdos o detalles para ambientar los hogares. Estos productos son, de hecho, la ‘joya de la corona’ y parte fundamental del encanto del mercado y un reclamo para quienes buscan detalles económicos y cargados de simbolismo.
Más allá de la compra, el Mercado de Cascaruja y Porrate invita a recorrer el centro de Alicante en un ambiente animado y acogedor. A pocos metros, los visitantes pueden completar la experiencia con la visita a los distintos belenes de la ciudad, las iluminaciones navideñas, las figuras monumentales o las atracciones como la pista de patinaje sostenible.
