Durante casi dos décadas, un bloque de hormigón ha vigilado silencioso la ladera de La Albufereta. A medias, sin vida ni propósito, el esqueleto de un antiguo proyecto hotelero en Alicante ha sido durante años una cicatriz urbana visible desde la carretera. Vallas oxidadas, ventanas sin cristal y muros expuestos a la humedad y al vandalismo convirtieron lo que debía ser un hotel de lujo en un herida de la burbuja inmobiliaria de 2008.
Licencia aprobada tras 17 años de parálisis
Ahora el edificio inacabado se prepara para 'resucitar' con una nueva cara, nuevos objetivos y una inversión millonaria. La Concejalía de Urbanismo ha concedido la licencia de obra mayor a la empresa Cerámica San Román Brotons S. L. para transformar la estructura existente en un hotel de dos estrellas. La intervención afectará a la parcela situada en la calle Sierra de San Julián, desbloqueando una construcción paralizada desde hace 17 años.
El proyecto contempla una inversión de 5,7 millones de euros y prevé la creación de un establecimiento con 64 habitaciones y un total de 141 plazas hoteleras. La edificación aprovechará la estructura ya ejecutada, que se encuentra aproximadamente al 75% de su desarrollo original, aunque se realizarán "múltiples intervenciones" para adaptarla a las normativas actuales y reparar los daños provocados por el abandono.
Entre las actualizaciones obligatorias figuran el cumplimiento del Código Técnico de la Edificación, el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios y los requisitos de eficiencia energética vigentes. Parte del trabajo ya construido deberá rehacerse debido a su deterioro y obsolescencia técnica.
Además del hotel, el proyecto contempla la urbanización completa de la calle Sierra de San Julián en ese tramo. La promotora dotará la vía de aceras, iluminación, firme renovado y conexiones a los servicios públicos, como parte de las condiciones establecidas por el consistorio para conceder la licencia.
De cuatro estrellas a dos, pero con más habitaciones
El diseño original del edificio estaba pensado para un hotel de cuatro estrellas y 47 habitaciones. Sin embargo, el nuevo promotor ha rediseñado el enfoque para ajustarlo a un modelo de menor categoría pero con mayor capacidad, elevando el número de habitaciones hasta las 64. Se mantendrá el garaje subterráneo con espacio para 34 vehículos.
El inmueble responde a una tipología de bloque abierto con forma de "U" con diferentes plantas escalonadas adaptadas a la pendiente de la ladera. La fachada principal tendrá vistas hacia la playa de La Albufereta, mientras que la orientación de la parte trasera ofrecerá una panorámica de la Serra Grossa.
El edificio constará de una planta subterránea destinada al aparcamiento, cuatro plantas sobre rasante y una azotea. En la primera planta se ubicará la recepción, una sala multifuncional, aseos comunes, instalaciones técnicas y nueve habitaciones, además de una terraza comunitaria en parte cubierta.
Las plantas superiores albergarán el resto de las habitaciones con la siguiente distribución: 22 en la segunda, 21 en la tercera —donde también se instalará un gimnasio, piscina-spa y vestuarios— y 12 en la cuarta. El remate final será una azotea transitable, completando así un edificio que, tras años de espera, apunta a convertirse en un nuevo punto de referencia hotelera en el litoral alicantino pese a algunas peticiones vecinales por renaturalizar la zona.