La
playa de la Almadraba y todo su entorno cambiará por completo su apariencia de cara al segundo trimestre del año 2025. Esa es la estimación del Ayuntamiento de Alicante, que este martes ha aprobado en Junta de Gobierno el proyecto de
regeneración ambiental de este espacio natural de 25.000 metros cuadrados. El documento técnico recoge la proyección de un
gran parque junto al mar con la renaturalización de la zona, la creación de
sendas peatonales, un sistema sostenible de
drenaje de lluvias, un nuevo quiosco, así como la
puesta en valor del patrimonio cultural donde se encuentra el yacimiento de “La Almadraba-Camping Bahía”.Esta actuación tiene un presupuesto base de licitación que alcanza los
5,8 millones de euros y fuentes municipales apuntan que el
inicio de las obras está previsto para el
verano de 2024 una vez terminada la redacción de los pliegos. Está cofinanciado con los fondos europeos Next Generation (cerca de 1,2 millones para la adaptación al cambio climático y 200.000 euros para las destinadas a la restauración ambiental) y se encuentra inmerso dentro de los Planes de Sostenibilidad Turística del Ayuntamiento de Alicante. De hecho, el consistorio ha avanzado en un comunicado que “los objetivos turísticos pasan por desconcentrar los flujos de las playas urbanas al ofrecer otro lugar alternativo en un arenal cercano al mismo tiempo que se adapta la ciudad al cambio climático”.
Zonas de esparcimiento y nueva vegetación
En concreto, el proyecto de urbanización del entorno de la Almadraba, redactado por el Grupo Aranea, prevé diversas actuaciones para mejorar las características de movilidad, accesibilidad y seguridad. De esta forma, se realizará una restauración paisajística completa y la renaturalización de la zona para generar un espacio “más atractivo” con nueva vegetación y la conservación de la ya existente.
Asimismo, se pretende modificar la topografía para conseguir recorridos peatonales accesibles, mientras que las calles Corbeta y Almadraba se peatonalizarán para potenciar el parque proyectado junto al mar. Es una manera, argumentan desde el Ayuntamiento, de mantener la esencia de espacio natural, dotándolo con mobiliario urbano, zonas de descanso, juegos infantiles, lavapiés, fuentes, aparcabicis, pasarelas de madera y de hormigón, sillas y bancos. Además, aprovechando esta actuación integral de regeneración se renovará el colector existente.
En paralelo, se va a crear un nuevo sistema sostenible de drenaje en caso de lluvias torrenciales que permiten reducir la velocidad del agua de escorrentía a través de la canalización de sus recorridos. Para ello, se construirá un aljibe de 786 m³ con la función de retención de las lluvias y su posterior vertido a la red, así como un canal abierto que permita minimizar los arrastres a la playa, así como un canal filtrante.
Por último, el proyecto también contempla el traslado del quiosco situado en suelo de Dominio Público Marítimo Terrestre a una zona verde acondicionada con el objetivo de activar el nuevo espacio público generado. A su vez, se sustituirá el edificio de servicios del Ayuntamiento para “evitar su impacto visual actual” por una pieza semienterrada con una cubierta vegetal.
