Susto enorme para todas las personas que transitaban esta mañana por la plaza del Ayuntamiento de Alicante. Varios fragmentos de la cornisa de la casa consistorial se han venido abajo golpeando con fuerza tanto la azotea como la calzada de la calle Rafael Altamira. El incidente ha tenido lugar alrededor de las 10:45h, cuando parte de la barandilla de la torre del reloj del histórico edificio barroco ha cedido, aunque afortunadamente no se han reportado daños personales pese a lo aparatoso del suceso.
En estos momentos, varios arquitectos e ingenieros están evaluando el lugar para determinar las causas exactas del desprendimiento y las medidas de seguridad necesarias. Además, se ha notificado a la Consellería de Cultura, puesto que el edificio es un Bien de Interés Cultural (BIC), para que se involucre en la inspección. Así, técnicos de la entidad autonómica se desplazarán al lugar para colaborar en la evaluación estructural del edificio.
Tal y como ha explicado el alcalde, Luis Barcala, los fragmentos desprendidos, que son “de un tamaño considerable”, impactaron primero en la cornisa del edificio anexo y luego cayeron a la calzada. De hecho, en la azotea del inmueble aún se encuentran grandes trozos de la estructura desprendida. La zona ha quedado acordonada y permanece cerrada al tráfico y a los peatones hasta que se retiren los cascotes y se garanticen las medidas de seguridad necesarias para proteger la torre y evitar nuevos desprendimientos.
El alcalde ha informado que el cuerpo de bomberos han realizado un primer análisis de la situación, utilizando una cesta elevadora y un dron para inspeccionar tanto la zona afectada como la azotea. "La revisión que se va a hacer no es sólo del punto en el que se ha producido el colapso, ya se está revisando todo el perímetro para asegurar que no cae ningún cascote", ha señalado. Este proceso incluye también el estudio de otras áreas vulnerables de la fachada, como la balaustrada del frente y la torre opuesta.
Sin daños personales
Afortunadamente, no se han producido heridos pese a que un grupo de escolares se encontraba en las inmediaciones antes de una visita programada al Ayuntamiento. También ha conseguido esquivar las piedras una pareja que paseaba por la acera, mientras que un coche ha frenado bruscamente para evitar los cascotes. “No ha habido el más mínimo daño personal, lo cual es un milagro por las horas a las que se ha producido y por la cantidad de personas que suele haber transitando este punto”, ha comentado aliviado el primer edil
Entre las hipótesis sobre las causas del incidente, más allá del estado del inmueble, se baraja la posibilidad de un pequeño temblor sísmico que pudo coincidir con el desprendimiento. “La Policía Local nos informa que ha podido producirse un pequeño terremoto de 1,7 grados. Si hay una relación de causa-efecto, no lo puedo afirmar, pero esa coincidencia también se ha producido”, ha añadido Barcala. El Ayuntamiento actualizará la información a medida que se obtengan más detalles sobre el estado del edificio.