Las fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy se adentran en la recta final. Ya comienza a vislumbrarse la atmósfera única y el ambiente festero, pues el próximo fin de semana las calles de la ciudad de los puentes se engalanan para dar protagonismo a les ‘Filaes’, las Entradas y la música de banda. Así, entre el sábado 20 y lunes 22 de abril todo el mundo hablará de las singularidades de esta festividad inolvidable en honor a Sant Jordi declaradas de Interés Turístico Internacional desde 1980.Sin duda, los Moros y Cristianos de Alcoy son uno de los emblemas de la cultura y la sociedad, no solo alcoyana, sino también de toda la provincia de Alicante. De hecho, se trata de fiesta decana, la catedral y el origen de este tipo de celebraciones a lo largo del territorio de la Comunitat Valenciana. Es mucho más que un simple evento cultural, pues supone un tributo vivo que conmemora los hechos históricos que tuvieron lugar en 1276. Tiene sus raíces en la historia medieval de la península Ibérica, durante la ocupación musulmana y el periodo de reconquista.En este artículo vamos a repasar la historia que ha sido el caldo de cultivo de los Moros y Cristianos de Alcoy tal y como los conocemos hoy en día, con sus reconocibles 28 ‘filaes’ inconfundibles y una estructura marcada con un primer día dedicado a las espectaculares Entradas, una segunda jornada de carácter religiosa y la tercera al Alardo, culminado con la aparición de Sant Jordi.Orígenes
La tradición marca el 23 de Abril de 1276 como el inicio del patronazgo de Sant Jordi para los alcoyanos, por su milagrosa intervención, según narraban los antepasados, en la defensa del ataque musulmán de Al-Azraq. De hecho, uno de los momentos cumbres de los Moros y Cristianos es la recreación de la Batalla de Alcoy, que tuvo lugar en el año 1276. La representación durante las fiestas es uno de los mayores espectáculos, en el que cientos de participantes ataviados con elaborados trajes de época recrean el combate, acompañados de música, danzas y fuegos artificiales.En este sentido, las raíces están estrechamente ligadas a los acontecimientos que marcaron la reconquista y surge como una manifestación religiosa de la fe cristiana y el orgullo por la recuperación de territorios que estuvieron bajo dominio musulmán durante siglos. Los desfiles, las representaciones teatrales y las ceremonias religiosas son una manera de recordar y celebrar la victoria de los cristianos y la unificación bajo la fe católica.
Es por ello que los primeros documentos, con pagos que datan de 1412, hablan únicamente de una fiesta religiosa. No será hasta principios del siglo XVI cuando se decide dotarle de una mayor importancia a la celebración incluyendo actos y elementos profanos. En este aspecto, en 1552 se organiza un concurso de arcabucería de las milicias alcoyanas que con el tiempo originará en el Alardo, que hoy día corresponde a las celebraciones del tercer día de estas fiestas tan singulares.No es hasta mediados del siglo XVIII cuando quedan determinados los elementos que conforman la estructura actual de los Moros y Cristianos de Alcoy. Poco después es el momento en el que aparecen las Filaes, algunas de las cuales han perdurado hasta la actualidad, y que suponen el verdadero factor integrador de la sociedad alcoyana. Evolución histórica
A lo largo de los siglos, los Moros y Cristianos de Alcoy han evolucionado adaptándose a los cambios sociales y culturales de la ciudad, pero manteniendo en todo momento su esencia y significado original. Lo que comenzó como una celebración religiosa y militar se ha convertido en una fiesta cultural pagana que atrae a visitantes de todo el mundo.
Foto: Alcoy Turismo
Hoy en día, los Moros y Cristianos de Alcoy son mucho más que una simple recreación histórica; son una manifestación de la identidad colectiva, un símbolo de la diversidad cultural y un homenaje a las tradiciones. Así, a través de esta celebración se preserva y se transmite de generación en generación un legado único.Por tanto, estas fiestas en honor a Sant Jordi representan mucho más que una festividad local; son un testimonio vivo de la historia, la tradición y la pasión. En definitiva, Alcoy rinde homenaje a su pasado, celebra su identidad cultural y promueve la convivencia y el entendimiento entre diferentes comunidades. Los Moros y Cristianos de Alcoy son un símbolo de unidad y diversidad, y continúan siendo una parte integral del patrimonio cultural alcoyano y alicantino.
