Cercar el problema del agua: investigadores de la UMH desarrollan un cultivo que requiera menos recursos hídricos para su riego

El objetivo del proyecto es hacer de un fruto como el albaricoque un cultivo de mayor calidad y más sostenible reduciendo su huella hídrica

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cultivo albaricoque
cultivo albaricoque
La escasez del agua es uno de los retos a los que se enfrenta gran parte de la geografía española. Una problemática que ante la falta agravada de lluvia y la sobreexplotación de los recursos hídricos se ha acentuado todavía más en la cuenca mediterránea. De hecho, aunque en el último mes la Comisión Permanente de la Sequía de la Conferencia Hidrográfica del Segura (CHS) ha levantado la alerta máxima de emergencia, el regadío tradicional y no tradicional mantiene las restricciones en sus consumos de una media del 25%.Una situación que, sin duda, afecta al campo y la huerta alicantina. “Las últimas lluvias han aliviado el riesgo extraordinario, pero la tesitura actual continúa siendo muy delicada”, manifiesta a preguntas de este medio la vicepresidenta de la Diputación de Alicante y alcaldesa de Albatera, Ana Serna. Además, ha mostrado su preocupación por una tendencia que afecta directamente al campo, que es sustento para familias y una fuente de alimentación "primordial", pero que también supone un sector “transversal a otras áreas económicas de las que se nutre el PIB alicantino, como es el turismo”.Pero a grandes males, grandes remedios. Una frase del refranero español que bien podría aplicarse a una situación que ha movilizado a la comunidad científica para tratar de encontrar una solución resiliente al cambio climático. Es por ello que el personal investigador de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) ha puesto en marcha el desarrollo del proyecto HidroSOStoneFruit, enmarcado en AGROALNEXT de la Generalitat Valenciana, para hacer de un fruto como el albaricoque un cultivo de mayor calidad y más sostenible con menos recursos hídricos para su riego.

Menos agua, pero mayor calidad

La investigación contempla todo el proceso completo del albaricoque: desde el análisis de las necesidades de agua de los frutales de una forma precisa a la percepción de la fruta por parte de los consumidores, así como el análisis del producto en el laboratorio. La iniciativa, financiada por los fondos Next Generation de la Unión Europea, pretende contribuir a reducir los recursos hídricos utilizados y a poner en valor este alimento saludable y típicamente mediterráneo. De hecho, las condiciones climáticas favorables convierten a este territorio en uno de los principales productores con más de 15.000 toneladas al año.“Tenemos que optimizar el uso del agua destinada para riego”, afirma la catedrática de Producción Vegetal de la UMH Francisca Hernández García, colíder del proyecto. Así, la escasez de recursos hídricos hace necesario desarrollar herramientas y estrategias de precisión que aseguren la competitividad y sostenibilidad del sector agrícola. albaricoqueroEn este escenario, el proyecto se centra en el estudio y optimización de las necesidades del cultivo del albaricoquero. “El objetivo es reducir la huella hídrica, es decir, conseguir cultivarlo utilizando menos agua, pero, al mismo tiempo, mejorar la calidad funcional de los frutos, tanto a nivel nutricional como de gusto para los consumidores”, asegura Hernández, quien ha dedicado años de investigación a la optimización del cultivo de frutales.Hay momentos en la vida de una planta en los que el exceso o defecto de riego influye en la composición de sus frutos. Estas fases se denominan momentos fenológicos. Según el Instituto de Investigación e Innovación Agroalimentaria y Agroambiental (CIAGRO-UMH), es posible cultivar albaricoques con mayor proporción de nutrientes si se riega menos en ciertas situaciones clave. “El estrés producido por la restricción de agua genera metabolitos secundarios que pueden fomentar las propiedades funcionales del fruto”, comenta Hernández García.

Beneficios saludables

Más allá de los evidentes beneficios hídricos para los productores que supone la reducción del consumo del agua de regadío en un momento en el que se están aplicando restricciones, la evidencia científica generada en el proyecto HidroSOStoneFruit busca facilitar el avance hacia la producción de frutos de hueso que también tengan beneficios para la salud. “La capacidad antioxidante de la fruta es esencial tanto en el mercado como para mantener una dieta saludable, además de contribuir a prevenir enfermedades crónicas y ralentizar el envejecimiento celular”, argumenta el investigador de la UMH Antonio José Signes Pastor, experto en química de los alimentos y seguridad alimentaria.Por otro lado, Signes señala que “los fenoles, potentes antioxidantes naturales, desempeñan un papel crucial en la protección de la fruta contra el estrés oxidativo, prolongando así su vida útil”. En este sentido, los investigadores del proyecto están analizando, entre otros compuestos, los ácidos orgánicos que se forman como resultado de procesos metabólicos en las células de la fruta. Estos componentes juegan un papel importante en la determinación de su perfil de sabor e influir en su textura y firmeza, pero también pueden actuar como conservantes naturales, lo que contribuye a inhibir el crecimiento de microorganismos. A medio y largo plazo, el proyecto HidroSOStoneFruit, en el que también participan investigadores del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental (IMIDA), contribuirá al desarrollo del cultivo del albaricoque con una mayor conciencia medioambiental. A la conservación de los recursos hídricos de la región mediterránea se une la prolongación natural de su vida útil a través de este sistema con menor uso del agua de riego. Además, se prevé que los resultados obtenidos para albaricoque pueden extrapolarse a otros cultivos frutales de hueso.
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