La ciudad de Alicante pone la primera piedra para el inicio de las obras de la futura estación central del TRAM. El Consell y el Ayuntamiento han firmado el acto de replanteo que marca el inicio de un proyecto que busca transformar la movilidad en la ciudad y fortalecer su infraestructura de transporte intermodal. La infraestructura, que contará con un presupuesto de 102 millones de euros y un plazo de ejecución de algo más de cuatro años, está destinada a consolidar a Alicante como un “referente en la intermodalidad a nivel nacional”.
El acto en el que se ha rubricado la firma lo ha encabezado el president de la Generalitat, Carlos Mazón, y el alcalde de Alicante, Luis Barcala, acompañados por el conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, Vicente Martínez Mus; el subdelegado del Gobierno en Alicante, Juan Antonio Nieves; el presidente de la Diputación de Alicante, Toni Pérez; el director adjunto de construcción de líneas zona este de ADIF, Ángel Contreras; y la concejala de Urbanismo, Rocío Gómez, entre otros representantes institucionales.
Los primeros trabajos comenzarán en las próximas semanas con el desmantelamiento de las actuales vías e instalaciones ferroviarias, tras lo cual se procederá a las primeras labores de estructura y excavación.
“Un momento histórico y estratégico para Alicante”
Así, el president de la Generalitat, Carlos Mazón, ha destacado la relevancia de la nueva estación del tranvía de Alicante: “Iniciamos un momento histórico, estratégico y clave para el desarrollo de la ciudad”, ha afirmado, subrayando que este proyecto —promovido bajo el mandato del Botánic en la anterior legislatura— cumple con una de las promesas más esperadas por los alicantinos y alicantinas al “acabar con el muro de Luceros” y mejorar significativamente la conectividad de la ciudad.
Además, el jefe del Consell ha resaltado que esta obra es “una gran inversión en términos sociales y de vertebración de la ciudad”, y permitirá a Alicante posicionarse como líder en movilidad y transporte sostenible. Mazón también ha incidido en la importancia de una buena coordinación entre la Generalitat, el Ayuntamiento y ADIF para garantizar que la obra se desarrolle de manera ordenada y minimizando el impacto en la ciudadanía. “Tenemos que hacer que sea una gran obra de convivencia, por lo que es esencial ofrecer el máximo nivel de atención e información a los vecinos sobre esta actuación”, ha señalado.
En esta línea, Mazón ha pedido “paciencia” por las molestías ocasionadas por las obras. Una de esas primeras incidencias ocurrirá en el aparcamiento anexo a la estación de RENFE, que seguirá funcionando con normalidad hasta principios de 2025. En el primer trimestre del próximo año se prevé cerrar su acceso desde la avenida de Salamanca, aunque seguirá operativo con entrada por la avenida de Aguilera, mientras se reponen las plazas afectadas por la primera fase de obras en el entorno de Alipark.
Una infraestructura de vanguardia en intermodalidad
La futura estación central del TRAM en Alicante será íntegramente subterránea, se construirá sobre una superficie de 12.000 metros cuadrados y contará con cuatro vías y dos andenes, permitiendo una operación “fluida y ágil” de los diferentes servicios de transporte. Tal y como recoge el proyecto, su diseño y ubicación “estratégica” favorecerá la conexión entre múltiples medios de transporte: alta velocidad, cercanías, tranvía, autobús y taxi.
En este sentido, esta red integrada con 300 metros de longitud y 40 de anchura, pondrá a disposición de los usuarios una infraestructura que facilitará la movilidad dentro de la ciudad y su área metropolitana, uniendo el centro de Alicante con distintos puntos de la provincia y con el resto de la Comunitat Valenciana. El último reto todavía por delante es el de la variante de Torrellano y la llegada de la línea ferroviaria al aeropuerto de Alicante-Elche.
Esta estación intermodal, que será uno de los pilares integrados en el futuro Parque Central de Alicante, también contempla la posibilidad de mejorar la capacidad operativa del sistema TRAM. El objetivo es que el tranvía amplíe frecuencias en las actuales líneas y, al mismo tiempo, prolongue su recorrido con nuevas conexiones hacia los barrios de la zona sur de la ciudad. Aún así, a día de hoy se sigue trabajando en el diseño del trazado y en la modalidad de transporte que podrían tener esas nuevas líneas.
La espera se hace realidad
El alcalde Luis Barcala ha manifestado que la firma del replanteo de las obras marca “un hito histórico y un nuevo capítulo en la evolución de Alicante, un salto de calidad hacia un nuevo modelo de intermodalidad y hacia una movilidad plural y sostenible”. Barcala ha recordado que la implantación inicial del TRAM ya revolucionó la movilidad en Alicante, y ahora, con la nueva estación central, la ciudad dará un “paso definitivo” hacia la integración de todos los medios de transporte en una sola infraestructura intermodal.
El primer edil también ha subrayado que el proyecto de la estación central fue diseñado hace más de dos décadas y que ha pasado por distintas etapas hasta llegar a este punto. “Este es un proyecto que se empezó a diseñar a principios de este milenio y que ahora se está haciendo realidad”, ha enfatizado el alcalde mientras agradecía al president Mazón su compromiso para ejecutar este proyecto. “Ya no son anuncios, ya no es venta de humo, ahora son hechos”, ha insistido Barcala, destacando que el inicio de las obras marca el comienzo de una “realidad tangible” para los alicantinos.
De la misma manera, Barcala ha señalado que la futura estación intermodal representa un modelo de transporte sostenible, accesible y adaptado a las necesidades de la población, con una clara vocación de reducir la dependencia del vehículo privado y facilitar los desplazamientos de los ciudadanos. “Estamos avanzando hacia un modelo de intermodalidad que pondrá a tiro de piedra del centro de la ciudad todos los medios de transporte, garantizando una movilidad plural”, ha concluido.