Juanfran Pérez Llorca ha tomado posesión este martes como president de la Generalitat en un pleno marcado por el recuerdo a las 229 víctimas mortales de la dana. El nuevo jefe del Consell ha abierto su primera intervención con una petición de perdón que, según ha subrayado, pretende ser “el inicio de un diálogo real” con los afectados y sus familias.
“Estas palabras van mucho más allá de un formalismo institucional. Nacen de una convicción personal”, ha expresado en Les Corts, donde ha recordado que ya adelantó este gesto en su debate de investidura. La sesión ha comenzado pasadas las 12:00 horas con un minuto de silencio por el fallecimiento del expresidente José Luis Olivas, el pasado sábado.
Perdón y reconciliación
En su discurso, Pérez Llorca ha dirigido de nuevo sus primeras palabras como president a las familias de las víctimas de la dana, insistiendo en que “corresponde ya pedir perdón en nombre de la Generalitat Valenciana”. Ha subrayado que estas palabras son “necesarias” y ha lamentado que “ni el día 29 de octubre ni los días posteriores las administraciones estuvieron a la altura”.
El nuevo jefe del Consell ha asegurado que este gesto debe ser el punto de partida de “una reconciliación entre víctimas y administraciones”. Ha recordado que el último año “ha sido largo y duro, cargado de tensión y crispación”. Además, ha criticado que el debate político “se ha alejado de las víctimas”, quienes “no merecen sentir más soledad”. Por ello, ha señalado la necesidad de cerrar discusiones que “solo provocan resentimientos”.

Pérez Llorca ha afirmado que se abre ahora “una nueva etapa para recuperar la autoestima” y devolver a la ciudadanía “el orgullo de ser valencianos”. A su vez, durantes u intervención ha mantenido que su gobierno estará “al lado del pueblo” y que "las muchas muestras de apoyo" recibidas estos días le han transmitido “un mensaje de optimismo y esperanza”.
Un Consell “centrado en la vivienda”
El president ha prometido un gabinete “abierto, participativo y transversal”, rechazando cualquier tentación de sectarismo. Ha asegurado que su ejecutivo no descartará “ninguna idea, venga de donde venga, si es buena para el pueblo valenciano”. Para él, “la política es un servicio, no puede ser una frontera”.
La vivienda será el eje central de su mandato. Ha reconocido que el encarecimiento de la vida ha hecho que “trabajar ya no garantice estabilidad”, que los jóvenes no puedan emanciparse y que muchas familias no lleguen a fin de mes. Ha detallado que su objetivo es impulsar medidas para aumentar la oferta, mejorar la seguridad jurídica y recortar trámites que frenan nuevas promociones.
Además, ha insistido en que la simplificación administrativa es una de las demandas más repetidas por la ciudadanía, que “no pide privilegios, solo que la vida funcione”. Ha criticado que las licencias y ayudas “se conviertan en un laberinto”.
Juventud, economía y un llamamiento al acuerdo
Pérez Llorca ha puesto el foco en la juventud, que “está más formada que sus padres, pero tiene menos oportunidades”. Ha propuesto unir educación, formación profesional, universidades y empleo para que la Comunitat Valenciana sea “un lugar donde vale la pena echar raíces”.

También ha destacado la necesidad de una economía fuerte basada en industrias tecnológicas, energéticas o biomédicas, y ha remarcado que el esfuerzo “no puede ser castigado por impuestos inasumibles”.
Antes de cerrar su intervención, ha defendido una política “que escuche y dé la cara” y ha pedido altura de miras. “Trabajaremos para cambiar lo que debe cambiar”, ha dicho, reafirmando su apuesta por el diálogo. “Si ponemos por delante los intereses de la Comunitat Valenciana, podremos avanzar juntos”.