“Stop al Foc 2025” se despliega en la Comunitat Valenciana con una inversión histórica

La Generalitat consolida su modelo en prevención de incendios forestales con más de 20 millones de euros y 460 profesionales

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Agentes medioambientales vigilan en una zona forestal
Agentes medioambientales vigilan en una zona forestal

La Generalitat Valenciana ha dado un paso más en la lucha contra los incendios forestales con una inversión superior a los 20 millones de euros durante este año 2025. Esta cifra histórica servirá para consolidar y reforzar un modelo de vigilancia preventiva que nació tras los devastadores incendios de 1994 —cuando ardieron más de 138.000 hectáreas— y que ha evolucionado hasta convertirse en un referente en la protección del entorno forestal.

Este dispositivo, gestionado desde la Dirección General de Prevención de Incendios Forestales de la Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, combina personal especializado, tecnología de última generación y una estructura territorial sólida que actúa tanto en la disuasión como en la detección precoz, la intervención rápida y el apoyo a la extinción.

Este modelo, gestionado en colaboración con Vaersa, está integrado por 464 profesionales distribuidos por toda la Comunitat Valenciana, que desempeñan su labor en diferentes funciones clave para la vigilancia y la gestión del riesgo de incendios. Estos trabajadores están desplegados a través de 65 observatorios, 138 unidades de prevención, 10 de mantenimiento en zonas de seguridad, estructuras provinciales y autonómicas y centrales de prevención.

Y un componente tecnológico clave del sistema es el Sistema Integrado de Gestión de Incendios Forestales (SIGIF), una unidad técnica de análisis y un equipo de formación y voluntariado. Por último, la red cuenta con apoyo de parte de helicópteros y drones.

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Helicóptero para la campaña contra incendios de la Generalitat Valenciana

Este enfoque ha sido esencial para lograr que, en lo que va de 2025, solo se hayan registrado 114 incendios forestales en todo el territorio, una cifra que contrasta con los más de 700 fuegos que se producían anualmente en los años noventa. En paralelo, la superficie afectada ha disminuido drásticamente, puesto que de más de 100.000 hectáreas calcinadas anuales se ha pasado a solo 60 hectáreas quemadas durante los seis primeros meses del año.

Ayudas a ayuntamientos municipales

Además, la Generalitat ha destinado este año casi 8 millones de euros a ayudas directas para 418 municipios con superficie forestal y planes locales de prevención aprobados. Estas subvenciones, gestionadas a través del Fondo Estratégico Municipal de Prevención de Incendios y Gestión Forestal, permiten que los ayuntamientos refuercen sus actuaciones en materia de limpieza, mantenimiento y adecuación del entorno natural.

Las actuaciones financiadas incluyen trabajos como la apertura y conservación de áreas cortafuegos que impiden la propagación del fuego entre masas forestales contiguas, la mejora de pistas forestales y caminos rurales para facilitar el acceso de los vehículos de extinción en caso de emergencia, y la instalación o rehabilitación de puntos de agua estratégicos para la recarga de depósitos.

También, se subvencionan labores preventivas esenciales como el desbroce de vegetación seca, la poda de ramas bajas, la eliminación de restos vegetales o la gestión sostenible de los montes para reducir la acumulación de material inflamable. El reparto por provincias alcanza a 106 municipios en Alicante, 129 en Castellón y 183 en Valencia.

Stop al Foc 2025

La nueva edición de la campaña de concienciación “Stop al Foc 2025” de la Generalitat, pone el foco este año en la dimensión emocional de la protección forestal. La iniciativa apela al vínculo que une a la ciudadanía con su entorno natural, y busca transmitir la idea de que los bosques forman parte de nuestra vida cotidiana, de nuestro patrimonio personal y colectivo.

Esta llamada a la conciencia ciudadana está respaldada por los datos. Y es que, entre 2015 y 2024, casi el 68% de los incendios forestales registrados en la Comunitat Valenciana fueron provocados por causas humanas.

De ellos, un 30% fueron resultado de negligencias o accidentes. Dentro de este grupo, el 8,3% se debió al uso del fuego en prácticas agrícolas; un 3,6% a hogueras o vertido de brasas; un 3% a actividades como limpieza de vegetación o quema de basuras; un 3,1% a accidentes con maquinaria, herramientas o vehículos; un 3% a juegos de niños; un 2,2 % a fallos en líneas eléctricas; un 1,9% a imprudencias relacionadas con el tabaco; un 1,1% a petardos; y el resto a causas relacionadas con maniobras militares, apicultura o ferrocarril.

En cuanto a los incendios intencionados, que representan un preocupante 37,9% del total, el 16,2% responde a motivaciones no especificadas; el 5,9% se atribuye a prácticas agrarias para el control de la vegetación; el 5,3% a venganzas personales o conflictos; el 4,3% a casos de piromanía patológica; el 2,4% al vandalismo; y el resto a motivos como la caza, la pesca o la quema consuetudinaria de barrancos.

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Vigilancia de zonas forestales

Restricciones al uso del fuego

Para reducir estos riesgos durante el periodo estival, la Conselleria ha recordado que, entre el 1 de junio y el 15 de octubre, están en vigor medidas específicas de prevención. Está totalmente prohibido el uso del fuego en terrenos forestales y en aquellos ubicados a menos de 500 metros de distancia de zonas boscosas.

Esta medida, que forma parte del Reglamento Forestal, contempla excepciones en municipios que disponen de un plan local de quemas aprobado. En estos casos, se permite la quema de cultivos agrícolas de manera extraordinaria, siempre que se cumplan unas condiciones estrictas. Deben realizarse únicamente en zonas de bajo riesgo, con nivel de preemergencia 1 y antes de las once de la mañana.

En 2025, la Comunitat Valenciana no solo refuerza su sistema contra el fuego, sino que también apuesta por un cambio de mentalidad: la prevención de incendios ya no debe ser una reacción ante la emergencia, sino una actitud colectiva.

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