La era digital ha sustituido las conversaciones en los mostradores por clicks en un teléfono. Y el entorno rural de la provincia de Alicante no quiere quedarse atrás. Es por ello que, con un gesto hacia el futuro y una mirada a la esencia que aún late con fuerza en los pequeños municipios del interior, nace una nueva ‘app’ para mantener vivo el pulso de los pueblos alicantinos. Se trata de una herramienta de transformación social, económica y cultural.
Una aplicación para conectar, vender y crecer
La nueva aplicación del proyecto Alicante Rural.COM de la Diputación se presenta como el eje vertebrador de una ambiciosa iniciativa que busca dinamizar el comercio local, frenar la despoblación y reducir la brecha digital en los municipios más pequeños de la provincia. Está financiada con 500.000 euros procedentes de los fondos europeos Next Generation.
La aplicación ya está operativa y disponible para un total de 84 localidades de menos de 5.000 habitantes y tres entidades locales adheridas al programa. Entre sus principales funcionalidades, destaca la posibilidad de realizar ventas y reservas online en más de 2.000 establecimientos rurales, acceder a información actualizada sobre servicios públicos, así como consultar una amplia oferta de actividades deportivas, culturales y de ocio.

El presidente de la Diputación, Toni Pérez, ha recibido en el Palacio Provincial a representantes de alguno de los municipios que se integran en la propuesta y ha manifestado que “es un proyecto transversal que contribuye a reducir la brecha digital, acercar servicios a la población y atraer visitantes a nuestra provincia”.
Recompensas por fidelización
Más allá de la digitalización comercial, la app Alicante Rural.COM —que se puede descargar en dispositivos iOS y Android— introduce un enfoque innovador al incorporar juegos, mecánicas de gamificación y programas de fidelización que permiten a los usuarios y usuarias acumular recompensas por interactuar con la plataforma.
De esta forma, explican sus creadores, se busca estimular la participación ciudadana y, al mismo tiempo, reforzar la conexión emocional entre habitantes y negocios locales. Además, el proyecto apuesta por el compromiso ambiental y la economía circular con el reparto de 17.000 bolsas de algodón ecológico para sustituir a las de plástico en el comercio diario.

Por último, el proyecto también contempla 360 horas de formación específica para comerciantes, incluyendo atención personalizada y acompañamiento durante el proceso de adaptación digital. Esta vertiente formativa es clave para garantizar que la tecnología no solo llegue, sino que se integre de forma efectiva en el tejido social y económico rural.