El nombre ha caído tan rápido como las placas de la avenida y la reputación del religioso. En apenas 72 horas, la ciudad de Alicante ha eliminado del callejero al Padre Ángel Escapa después de que la orden de los Agustinos confirmara este pasado fin de semana que había abusado sexualmente de dos alumnos en los años 70. Su lugar lo ocupará ahora un homenaje a la historia de la huerta alicantina: pasará a llamarse “Torres de la Huerta”.
Así lo ha aprobado este martes de urgencia la Junta de Gobierno tras retirar las placas este mismo lunes. Nada más hacerse pública la noticia, el Ayuntamiento anunció la retirada del nombre del vial dedicado al religioso, docente y director del colegio de San Agustín en Alicante. La artería está situada en La Albufereta, a ambos lados del barranco del Juncaret.
Motivos del cambio
Tal y como recoge el acuerdo oficial, el gobierno municipal considera que Ángel Escapa "no ha demostrado ser merecedor de esta distinción" tras el reconocimiento “explícito” de la Comunidad Agustina de los abusos. "La conducta de quienes son reconocidos públicamente por el pueblo de Alicante debe mantenerse intachable en todos los sentidos", reza el texto aprobado.

En este sentido, el Ayuntamiento subraya en el mismo documento que mantener el nombre de una vía pública dedicada a una figura que ha protagonizado comportamientos “socialmente tan reprochables y generadores de alarma” es incompatible con los valores que deben representar los espacios comunes de la ciudad.
Nuevo nombre con historia
La nueva denominación "Torres de la Huerta" rescata el valor patrimonial e histórico de unas construcciones fundamentales para la defensa del territorio alicantino entre los siglos XVI y XVII. Estas torres vigía se alzaban en la conocida como huerta de Alicante, una fértil extensión de tierra al noreste de la ciudad regada por el pantano de Tibi.
Estas edificaciones estaban diseñadas para detectar las frecuentes incursiones piratas desde la costa “atraídos por la riqueza de estas tierras”, explica el consistorio en un comunicado. A través de esta red de vigilancia coordinada se transmitía la alerta de torre en torre para proteger las zonas de cultivo y a los habitantes de las localidades cercanas.
La gran mayoría de estas torres actualmente son de titularidad privada, aunque algunas pertenecen al conjunto patrimonial municipal. Entre ellas, la Torre Placia, que se está trasladando piedra a piedra a una nueva ubicación para ponerla en valor, o la Torre de Sarrió, que se encuentra en la última fase para convertirse en un enclave museístico.

La instalación de las nuevas placas con el nombre de ‘Torres de la Huerta’ se producirá en cuanto estén fabricadas. Los portavoces municipales, Cristina Cutanda y Manuel Villar, no han dado fechas exactas, pero aseguran que será de forma “inminente” tras encargar al Departamento de Estadística Municipal la tramitación del expediente para la adquisición de las placas necesarias para rotular el espacio público.