Alicante está de moda y no deja de crecer en número de habitantes. Tras la encuesta anual de la revista Forbes que la sitúa como la tercera mejor ciudad del mundo para vivir, ahora las cifras oficiales del padrón publicadas por el Boletín Oficial del Estado (BOE) registran un incremento de 9.438 personas respecto a 2023. Unos datos que consolidan su posición como la décima capital española más poblada después de superar a Bilbao el año pasado.
Así, Alicante alcanza un censo de 358.720 habitantes y confirma una gran línea de crecimiento con cerca de 10.000 personas más por segundo año consecutivo. De esta forma, la ciudad extiende y refuerza su diferencia demográfica con la capital del País Vasco y se sitúa por detrás de Las Palmas de Gran Canaria, que cuenta con 380.436 habitantes.
La evolución histórica muestra un incremento paulatino que se ha acelerado en Alicante de forma exponencial en los dos últimos años. Entre 2017 y 2022 la ciudad pasó de 329.988 personas a 338.577, un crecimiento conjunto de 9.295 habitantes en más de un lustro que se ha superado en tan solo un ejercicio tanto en 2023 como este 2024 para convertirse en una de las grandes urbes de la geografía española.
Proyecciones y modelo de crecimiento
El alcalde de Alicante, Luis Barcala, ha señalado que este crecimiento poblacional es indicativo de la estabilidad y capacidad de la ciudad para atraer nuevos residentes. “Alicante va para arriba y según nuestras estimaciones esta tendencia continuará el próximo año". Asimismo, el primer edil ha resaltado que "vivimos años de progreso constante gracias al enorme poder de atracción de personas, bienes y servicios de la ciudad”.
En esta línea, el modelo de ciudad 'Alicante 4D' calcula que la ciudad podría superar los 500.000 habitantes en torno al año 2050. Sin duda, las cifras que reflejan las estadísticas en los últimos años corroboran esta evolución de una forma sostenida en el tiempo. Es por ello que el desarrollo del Plan General de Ordenación Urbana, en proceso de elaboración, se convierte en una herramienta fundamental para encauzar el futuro de la capital alicantina.
Más allá de la regulación y transformación urbanística, en la que también influye, entre otros aspectos, el estudio sobre el impacto en el mercado de la vivienda y la convivencia vecinal de los apartamentos de uso turístico en la ciudad, el objetivo del consistorio es potenciar el tejido productivo de Alicante. También reforzar el atractivo como uno de los destinos preferidos de los nómadas digitales y seguir siendo una de las ciudades con mayor proyección del conjunto de España y el arco mediterráneo.