Alicante ya piensa en las Hogueras 2026. Aunque todavía quedan meses para que el estruendo de la pólvora vuelva a llenar la Plaza de los Luceros, el Ayuntamiento ya ha comenzado a perfilar los detalles del concurso oficial de mascletàs. Y en esta ocasión llega con un novedad importante en su reglamento que afecta a la duración mínima de los disparos.
El cambio se ha incluido en las bases del certamen que se han publicado este miércoles la Concejalía de Fiestas. La concejala del área —y portavoz municipal—, Cristina Cutanda, ha explicado que esta decisión atiende a una petición del sector de la pirotecnia, que pedía una “mayor flexibilidad” en los tiempos para diseñar espectáculos “más equilibrados y potentes”.
Cutanda ha añadido en un comunicado emitido por el consistorio que la medida busca “dar cabida a la innovación sin perder la esencia del concurso, que sigue siendo una cita de referencia para las mejores pirotecnias del país”. Este año 2025 el primer premio fue para Fuegos Artificiales del Mediterráneo tras una mascletà que hizo retumbar el corazón de Alicante.
Reducción del tiempo mínimo
Hasta ahora, las mascletàs de las Hogueras debían tener una duración mínima de cinco minutos y treinta segundos para poder entrar en concurso. A partir de 2026, el nuevo límite baja a cinco minutos, aunque se mantiene el máximo en siete. Esta reducción permitirá a las empresas pirotécnicas concentrar la intensidad del disparo y jugar con un ritmo “más dinámico”.
“No se trata de recortar espectáculo, sino de dar margen a los diseñadores para ajustar mejor la secuencia sonora y visual”, señalan fuentes municipales. No cambian, eso sí, el resto de parámetros incluidos en las bases. Así, cada mascletà volverá a contar con un presupuesto máximo de 8.500 euros y la empresa ganadora recibirá una prima de 1.000 euros.
La 37ª edición del concurso se celebrará del jueves 18 al miércoles 24 de junio de 2026, día de San Juan. El documento también fija los límites técnicos: el peso máximo de la materia detonante será de 80 kilos y el de la reglamentada de 150. Los calibres de los truenos y carcasas no podrán superar los 50 milímetros, y queda prohibido el uso de cañas voladoras.
Además, se mantiene la exigencia de seguridad en la instalación y disparo, con controles previos en el montaje y un protocolo de revisión por parte de la Policía Local y los técnicos municipales. Las empresas deberán presentar un plan detallado de seguridad y cronometraje, junto a la descripción del guión pirotécnico. El jurado valorará aspectos como la progresión sonora, la coordinación, el ritmo, la intensidad y el equilibrio.
La Palmera y los castillos, sin cambios sustanciales
La tradicional Palmera de la noche de San Juan conserva sus características esenciales. Estará formada por un mínimo de 1.000 cohetes blancos Imperial de 20 milímetros y deberá garantizar un “lagrimeo intenso”. Su disparo, presupuestado en 7.000 euros, incluirá tres carcasas de trueno de 75 mm para anunciar su llegada y dos más al cierre. Tendrá una duración mínima de 18 segundos y un radio de apertura de al menos 300 metros.
Por su parte, los castillos de fuegos artificiales celebrarán su 79ª edición del 25 al 29 de junio y regresan a la playa de Cocó tras su paso temporal este año por el Puerto de Alicante por las obras de Costas en el espigón situado al final de El Postiguet. En este caso, cada espectáculo durará un mínimo de quince minutos, con un presupuesto de 19.000 euros por disparo, y podrán incluir efectos acuáticos, aunque la base seguirá siendo aérea.
El calibre máximo permitido será de 175 mm, con la posibilidad de usar carcasas de repetición de hasta 125 mm. El conjunto de artificios deberá igualar o superar los 350 kilos NEC, manteniendo así el alto nivel técnico que caracteriza al certamen.
Los criterios de valoración para el jurado seguirán centrados en la temática del espectáculo, la calidad del montaje, el uso de colores y los elementos innovadores que aporten originalidad al disparo, garantizando que la competencia mantenga su prestigio dentro y fuera de la provincia.