La ciudad de Elche, que se encuentra inmersa en plena Semana Europea de la Movilidad, mira en el horizonte la finalización de las obras del nuevo intercambiador central de autobuses. La modernización de este espacio, ubicado en las calles Doctor Caro y Alfredo Llopis, busca transformar una de las áreas más transitadas de la ciudad, mejorando significativamente tanto la movilidad urbana como la calidad de los espacios públicos. Tal y como avanza el Ayuntamiento, las obras podrían culminar a finales de este año.
A escasos metros del centro histórico de Elche, el intercambiador recibe diariamente entre 15.000 y 30.000 personas y concentra más de 450 autobuses, un volumen que hacía “urgente” la remodelación para mejorar la circulación y las condiciones para los peatones. En este sentido, el proyecto supone la renovación de un “punto neurálgico” de la ciudad, destaca el concejal de Movilidad, Claudio Guilabert. El edil también califica la actuación de “estratégica” al tratarse de un espacio que será clave en el desarrollo del nuevo modelo de movilidad con la vista puesta en la llegada del autobús a las pedanías en 2025.
Renovación integral del intercambiador
El proyecto de adecuación abarca una superficie total de 4.650 metros cuadrados e incluye una reordenación completa del intercambiador. Así, se contempla la ampliación de los espacios peatonales con 1.700 metros destinados a nuevas zonas verdes, así como la peatonalización de la calle Alfredo Llopis en el tramo comprendido entre Doctor Caro y Blas Valero. Además de la reorganización de los espacios destinados al transporte, se incorporarán una nueva zona de venta de abonos, un punto de información sobre los servicios de transporte urbano, aparcamiento libre de bicicletas y una estación de Bicielx.
Por otro lado, una de las innovaciones más importantes de la obra es la instalación de pavimento de alta resistencia compuesto por adoquines de material reciclado. Actualmente, los trabajos se centran precisamente en la disposición de este elemento que además de su durabilidad, contribuye a la reducción de emisiones de CO2, “en línea con los objetivos de sostenibilidad”, apuntan fuentes municipales. Este pavimento, en colores claros, también mejorará la estética de la zona, dando una imagen más moderna y atractiva.
A su vez, el proyecto incluye la construcción de una gran pérgola central que proporcionará sombra y cobijo a los usuarios del intercambiador, así como espacios ajardinados e iluminación LED para mejorar la experiencia de los transeúntes y aumentar la seguridad en la zona. Además, se ha previsto la mejora del pavimento en las áreas destinadas a taxis, completando así una renovación integral de todo el intercambiador.
Impacto en la movilidad
El principal objetivo de este proyecto, que cuenta con un presupuesto cercano al millón de euros financiados con los Fondos Next Generation, es dar respuesta al alto volumen de tráfico en la zona, donde la confluencia de autobuses y peatones ha dificultado históricamente la movilidad. Con la creación de espacios peatonales más amplios y la reorganización de los accesos al transporte público, se espera que esta actuación suponga una mejora considerable en la fluidez del tráfico y ofrezca un entorno más cómodo y eficiente para los usuarios.
El concejal de Movilidad, Claudio Guilabert, subraya que el ritmo de las obras es “positivo” y todo apunta a que estarán concluidas antes de que finalice el año, cumpliendo así con los plazos establecidos. “Este es un proyecto de ciudad que va a suponer un cambio radical en la movilidad y el aspecto de esta zona tan céntrica. Estamos transformando un espacio que será más moderno, más accesible y más verde, lo que beneficiará tanto a los vecinos como a los miles de usuarios que pasan por aquí cada día”, ha afirmado el edil.
Asimismo, el Ayuntamiento anuncia que en respuesta a la reducción de plazas de aparcamiento en la calle Doctor Caro debido a la ampliación de las aceras, ya se están estudiando alternativas para crear nuevos estacionamientos en las zonas colindantes.