El turismo es uno de los grandes dinamizadores de la economía. Esa realidad es todavía más palpable en rincones como la provincia de Alicante, donde la actividad turística supone el gran motor económico. “Es un sector de sectores”, reconoce José Mancebo, director del Patronato Provincial de Turismo de la Costa Blanca. En el inicio de su décimo año en el cargo, conversamos junto a Mancebo sobre la evolución del turismo en la provincia, la profesionalización del sector, la vertebración de la oferta de interior, el avance de las nuevas tecnologías y las líneas estratégicas del Patronato para afrontar retos como la desestacionalización o la sostenibilidad. ¿Qué elementos convierten a la provincia en uno de los destinos preferidos por los turistas?
El distintivo principal de la Costa Blanca es su producto de sol y playa para períodos más largos de los habituales. Se pueden disfrutar de las mejores playas, probablemente de mundo, y no te lo digo en plan chovinista, sino que año tras año se confirma con el número de banderas azules en playas y puertos deportivos. A partir de ahí, la locomotora empieza a tirar de otros productos turísticos a través de la Estrategia de Destino Maduro. El Patronato Costa Blanca depende al 100% de la Diputación de Alicante, que tiene una labor fundamental como es la vertebración de la provincia y en especial la defensa de los servicios de los municipios más pequeños. Nuestra responsabilidad es que la marca Costa Blanca sea el motor del interior y de otros productos, y eso se ha conseguido con la diversificación de la oferta para luchar progresivamente con esa temida estacionalidad. Somos un destino abierto todo el año, sin estar anclados a periodos vacacionales concretos y esa es una de las diferencias fundamentales.
En FITUR 2024 más de 60 municipios tuvieron su espacio para exposiciones, se realizaron más de 35 reuniones profesionales, numerosas presentaciones… ¿Qué balance hace el Patronato de la feria este año?
Ha sido una feria muy exitosa a nivel profesional y frenética en cuanto al público. Yo nunca había visto tanta afluencia en las horas finales del día, en torno a las 18h o 19h. Por lo que respecta a la participación de los municipios, tan solo decir que fue excelente, pero también con el trabajo que se ha realizado con losmedios de comunicación, las actividades que hemos hecho en IFEMA, la actividad que hicimos fuera a nivel gastronómico en el centro de Madrid… El balance es muy positivo. FITUR se está compartimenando últimamente como en franquicias de producto y hay ediciones especiales como el LGTB, Future Sports o Future Cine y la provincia ha tenido presencia en todas ellas.
¿Cuáles son las líneas estratégicas y la hoja de ruta del Patronato durante este 2024?
Nos encontramos en un momento en el que, por supuesto, no renunciamos al crecimiento, pero creemos que nuestro plan de actuación tiene que tener fundamentalmente dos palancas estratégicas: sostenibilidad e innovación. Y dentro de la sostenibilidad queremos trabajar especialmente la accesibilidad, en términos de sostenibilidad social y medioambiental. El objetivo es potenciar las zonas más despobladas o las zonas de interior, y en cuanto a la innovación creo que estamos en una especie de fiebre de la inteligencia artificial y somos la entidad que debe ayudar a los municipios a que permeabilice esa herramienta y aplicar las nuevas tecnologías a su oferta. Hay un par de convocatorias para conseguir financiación para mejorar en este aspecto a las que queremos concurrir.
En este sentido, siempre ha defendido la importancia del diálogo colaborativo para tejer alianzas entre instituciones. ¿Se está progresando para conseguir una estrategia conjunta entre todos los agentes implicados?
Con Toni Pérez, ya desde su papel de Alcalde y ahora como Presidente de la Diputación y del Patronato, siempre hemos hablado del Objetivo de Desarrollo Sostenible 17, que es el de tejer alianzas. Es casi una obsesión, pero es que el turismo no se puede trabajar de otra manera. No se trata de un discurso fácil, sino que es una creencia y una forma de trabajo. La imagen del destino se debe trabajar cohesionando la identidad del territorio, y esto no se consigue si los actores no se sienten implicados en el proyecto. El turismo es un sector de sectores que tiene que mirar hacia el comercio, hacia el transporte, hacia las infraestructuras y hacia la gestión local. Hace poco hicimos una jornada con la ruta del vino y en este caso son los productores los que están implicados. Esa visión transversal solamente se trabaja teniendo líneas siempre abiertas y sabiendo escuchar mucho. La administración tiene que intentar asumir un papel de liderazgo desde atrás, sin molestar y respaldando a los sectores productivos buscando esa coherencia o ese interés general.
Los datos de diferentes portales arrojan un 2023 muy positivo en cifras turísticas y una previsión creciente de cara a 2024. ¿Cuál es el diagnóstico actual del turismo en la provincia de Alicante?
Sin duda, son unos datos tremendamente positivos. Si utilizamos términos de un análisis DAFO creo que poco a poco hemos potenciado nuestras fortalezas y minimizado las debilidades. El destino Costa Blanca está jugando ya a valor y no a precio, y esto en términos económicos es muy importante. Luego en la parte de las amenazas y las oportunidades, que a nosotros nos gusta transformarlas en retos, es indudable que hay una serie de cuestiones que tienen que ver con el cambio climático, la situación geopolítica, la competencia desleal que está afectando también a otros sectores como puede ser la agricultura… Esos son los retos de esta globalización, y desde el Patronato tratamos de afrontarlo con planificación, implicando a los actores y trabajando diariamente con el sector. Nuestro posicionamiento como Costa Blanca es muy fuerte y está muy cohesionado, ya que todo el destino trabaja como una especie de ventanilla única independientemente de quién lleve la iniciativa, ya sea local, provincial o autonómica.
La sostenibilidad es posiblemente el eje más importante en materia turística, ya no solo desde el punto de vista medioambiental, sino también social, cultural o económico. ¿De qué forma afronta el Patronato este desafío?
Estamos en un punto que tenemos que ir aprendiendo a gestionar el éxito, especialmente en las temporadas altas. Hay que hacer compatible el tráfico aéreo, marítimo y terrestre con el día a día del residente y del ciudadano. Hay que promover la sostenibilidad social de la oferta, pero también de la demanda. que forma parte de un ecosistema. Esto también lo favorece determinados visitantes internacionales, por ejemplo, los estudiantes que aprenden de nuestra cultura, de nuestra gastronomía, de nuestras costumbres, se impregnan de ello, y son corrientes de visitantes que favorecen la permeabilidad y la comunión entre el residente y el turista.
Precisamente, ¿considera que esa internacionalización de la provincia es una de las claves del éxito?
Es una de nuestras fortalezas porque nuestro turismo ha crecido así. Creo que el ser una provincia tan internacionalizada nos favorece mucho en este sentido. Nuestra clave de éxito es que el turismo ha crecido a partir de lo residencial. Además de ser una provincia turística, somos una provincia muy internacionalizada. Yo digo muchas veces que l’Alfàs del Pi no se puede entender sin Noruega, pero es que Noruega no puede entenderse sin l’Alfàs del Pi. Y luego, por supuesto, la colonia de británicos que nos ha hecho crecer y ha generado un flujo diario de aviones con un servicio casi regular. Se cambió el modelo, pasando de aviones exclusivamente vacacionales a una especie de autobuses aéreos con el Reino Unido. Hay cerca de ochenta mil británicos empadronados en nuestra provincia, la colonia más numerosa, entonces esa internacionalización ha sido crucial en la convivencia entre el residente y el turista.
Otro de los retos ambiciosos es la desestacionalización de la oferta. Según los últimos datos ofrecidos por el Patronato los picos de la temporada alta y baja en la provincia se diluyen cada vez más. ¿De qué manera se trabaja para alcanzar ese objetivo en la provincia?
Si tienes clara la estrategia, las acciones vienen en cascada. Nosotros aquí nos dedicamos a promoción, a través de nuestros canales, y a más promoción, la que realizamos mediante subvenciones, ayudas, líneas de colaboración, certámenes… Esto significa que cuando tú cierras pactos con instituciones u operadores extranjeros o acudes como Patronato a ferias o congresos lo haces de acuerdo a esos objetivos de desestacionalizar y vertebrar. Dejas de ir con un planteamiento generalista y te centras en certámenes turísticos específicos de producto para diversificar y abrir el abanico. Eso al final se traduce en acciones muy concretas, como la
presentación de la nueva ruta con Roma con agentes italianos, la presencia en salones de cicloturismo o la promoción de avistamientos de aves. Es verdad que FITUR es el gran escaparate, pero el propio FITUR ha virado también a líneas concretas. Esta segmentación, o incluso hipersegmentación, es fundamental para aumentar el valor del destino y ofrecer experiencias que demanda el turista.
¿Se trata de una forma de marcar la diferencia del destino y posicionarse en otros mercados?
Completamente. Esta forma de pensar y esta nueva forma de afrontar el futuro te hace brillar competitivamente donde otros destinos no están. Si al final vamos todos a los mismos certámenes, a hablar todos de lo mismo, pues esto ya tiene su recorrido muy marcado con Fitur, ITB, y World Travel Market. Pero luego hay un montón de citas y actividades que pueden ser mucho más concretas en términos de producto y en términos de experiencia para el cliente que pueden ser todavía más interesantes. La clave es ser proactivos, por eso nosotros no nos centramos tanto en las bases de datos de rutas aéreas, por por poner un ejemplo, sino en la de los aviones que tienen comprados las compañías y tienen aparcados en el aeropuerto. Y a partir de ahí hacemos una proyección a año vista, porque si se trabaja de esta manera no estás esperando de manera reactiva a que te inviten a una feria sino que somos nosotros los que planteamos una acción con seis o siete meses de antelación.
Ha hablado de la Costa Blanca como un gran tren con diferentes vagones, donde el que más empuja es el de Sol y Playa, pero ¿cómo se vertebra en la oferta provincial también el turismo de interior?
Yo destacaría dos. Una tiene que ver con la parte privada, y en este caso lo que hay que hacer es incentivar esta actividad y siendo muy permeables a los proyectos, intentando dar apoyo, favorecer a que haya inversión privada. Sin embargo, gran parte de la responsabilidad la ha tenido el sector privado que se ha profesionalizado mucho en el interior. Es algo que ya venía ocurriendo desde hace mucho tiempo en áreas costeras, pero creo que muchos proyectos de municipios no costeros que ya son emblema por alojamientos y propuestas con un concepto muy claro, en tendencia actual y revolucionario que ponen valor el interior. Y, luego, por otro lado está el trabajo del Patronato, desde el que intentamos que las iniciativas de interior no queden exclusivamente en el consumo interno del municipio. Las fiestas y la gastronomía son dos grandes productos dinamizadores del interior.
Por tanto, ¿qué medidas se llevan a cabo para promover los espacios no costeros de la provincia?
Nuestra principal misión en ayudar a que los proyectos en municipios pequeños de interior tengan un carácter supramunicipal. Creo que el gran exponente quizás lo tenemos en Cocentaina con la Fira de Tots Sants. No tiene que haber una feria de estas características en todos los municipios, pero sí seguir esta estela como referente y fomentar la actividad cultural, gastronómica… En definitiva, que sucedan cosas. Y nosotros tratamos de ayudar con subvenciones, apoyo económico, institucional y promocional y también acompañarlos muchas veces. Me viene a la cabeza el caso de Lorca, un municipio muy pequeño pero con una gran iniciativa para promover eventos como el orgullo. Este tipo de actividades no tienen por qué suceder solo en las grandes urbes y puede llegar a marcarte la diferencia en dos semanas en las que dinamizar la economía local fuera de temporada.
Una de las premisas del presidente Toni Pérez y del Patronato Costa Blanca es el de convertir a Alicante en un destino inteligente. ¿Qué proyectos se están llevando a cabo en este sentido?
Las decisiones se deben tomar respecto al dato y no respecto a la intuición, aunque ésta en un momento dado te puede salvar de muchas cosas. Sin embargo, hoy en día hay tecnologías que nos permiten tomar decisiones casi en tiempo real. Todo lo que sea apoyar a que esa cultura del dato y de la toma de decisiones en materia de gobernanza, en general, y de política turística, en particular, es lo que intentamos incentivar a través de los planes, proyectos y acciones que llevábamos a cabo. Hacer de la provincia de Alicante un destino turístico inteligente significa enlazar la inteligencia natural y la materia gris de la que disponen nuestros empresarios y nuestros gestores con herramientas como la inteligencia artificial, con una función principalmente municipalista, para formarse en materia de bases de datos de conectividad aérea, de perfiles de demanda, de fuentes… El Patronato tiene una gran capacidad de convocatoria y mantenemos una línea directa con municipios o asociaciones, por lo que aquellos proyectos que tienen que ver con la digitalización o la sostenibilidad son a los que les damos una mayor prioridad frente a otros.