El director del Museo Arqueológico de Alicante (MARQ), Manuel Olcina, comparte la fascinante labor de gestionar y preservar importantes yacimientos arqueológicos, además de innovar en la presentación de sus hallazgos mediante nuevas tecnologías. Desde la gestión de yacimientos como la Illeta dels Banyets y el Tossal de Manises, hasta la implementación de exposiciones de vanguardia, el MARQ se destaca por su compromiso con la investigación, la educación y la divulgación cultural.
Para empezar, me gustaría conocer un poco más sobre la figura del director del MARQ. ¿Cuáles son sus funciones principales?
Además de las tareas de gestión del museo, que incluyen velar por los medios humanos y materiales como el cuidado de las instalaciones o las condiciones climáticas del museo para la conservación de las piezas, también me ocupo de tareas de investigación. Participo en congresos nacionales e internacionales, organizamos encuentros divulgativos y publicamos en revistas especializadas. En general, realizamos unas tareas de actualización de los conocimientos en cada uno de los campos, en mi caso ibérico, romano y sobre todo los yacimientos arqueológicos.
Precisamente, los yacimientos son quizá una de las vertientes menos conocidas para el público generalista sobre el MARQ. ¿Qué tipo de investigaciones arqueológicas realiza el equipo del museo y cuál es el trabajo que se lleva a cabo en estos lugares?
Tenemos dos vertientes. Por un lado, gestionamos la investigación de dos yacimientos arqueológicos propiedad de la Diputación: la Illeta dels Banyets y el Tossal de Manises. En este sentido, publicamos muchos trabajos de investigación, edición de libros, memorias, artículos científicos… Y también realizamos excavaciones anuales en estos yacimientos. Además, el plan de excavaciones del museo incluye otros yacimientos en la provincia, como el de Calpe de Ifac, el de Aspe del Tabayá, el de Cabeza del Molino en Rojales o el de Elche de La Alcudia. Estos proyectos abarcan desde la prehistoria hasta la época medieval.
Estos son lugares que, además, también se pueden visitar, ¿que pueden encontrar los visitantes en cada uno de los yacimientos gestionados por el museo?
En el Tossal de Manises los visitantes pueden encontrar una ciudad romana completa y bien conservada, superpuesta a una ciudad púnica cartaginesa. Pueden pasear por sus calles, visitar termas, tiendas, el foro romano y las murallas. Además, hay una necrópolis islámica de la primera época. En el caso de la Illeta, es un yacimiento arqueológico que en la antigüedad era una península y ahora es una isla. Aquí pueden encontrar un poblado ibérico, asentamientos prehistóricos, una villa romana con termas y viveros de pescado excavados en la roca. El paisaje es extraordinario y se puede disfrutar del mar Mediterráneo.
¿Qué características especiales tienen la Illeta dels Banyets y el Tossal de Manises?
La Illeta dels Banyets es un yacimiento extraordinario tanto por su valor arqueológico como por su paisaje. Antiguamente, era una península que se convirtió en una isla por un desprendimiento. Hoy en día, está unido a tierra por un tómbolo de arena. Allí encontramos restos desde el neolítico hasta una villa romana. El Tossal de Manises, por su parte, es el yacimiento de la ciudad romana de Lucentum. Ambos son únicos en su contexto y están muy bien conservados.
¿Cómo se utilizan las nuevas tecnologías para hacer más comprensibles los hallazgos y yacimientos arqueológicos?
Estamos intentando implementar nuevas tecnologías, como la realidad virtual y las reconstrucciones virtuales para hacer más comprensibles los yacimientos arqueológicos. Aunque todavía no ha cuajado del todo, creemos que es una herramienta importante para la divulgación. También hemos publicado este año una guía en el museo y, en ese sentido, intentamos dar el máximo de información con paneles explicativos. Evidentemente la arqueología es muy complicada y a veces es difícil de hacer comprensible, pero eso también forma parte de nuestro trabajo.
De hecho, el MARQ siempre ha destacado por su innovación en la museografía arqueológica.
Eso eso. Desde el inicio, quisimos que el MARQ fuese un referente en el uso de nuevas tecnologías para la exposición de piezas arqueológicas. Utilizamos proyecciones audiovisuales, elementos interactivos y otras tecnologías que en ese momento eran punta de lanza en Europa, pero poco comunes en España. Esto nos permitió crear exposiciones más dinámicas y atractivas para el público y generar un estilo que fueron implementado poco a poco otros museos nacionales.
Esos yacimientos son también fuente de nuestros descubrimientos, ¿de qué forma se integran los hallazgos en las exposiciones o las salas del museo?
Recibimos aproximadamente el 60% de los hallazgos arqueológicos de toda la provincia. La ley establece que los objetos extraídos deben ir al museo más cercano de la localidad, y si no está en buenas condiciones, vienen al MARQ, que es el museo provincial. Lo normal es que las piezas se almacenen en condiciones de seguridad y conservación y si algún hallazgo lo consideramos crucial para explicar parte de la historia que exponemos en el museo entonces se catalogan y se integran en la exposición permanente.
Precisamente, ¿la exposición permanente está en continúo proceso de renovación y cambio o buscáis un formato más estable?
La exposición permanente es muy buena, pero un poco rígida. Para añadir nuevos elementos, sería necesario cambiar gran parte del relato expositivo. Por eso estamos esperando una renovación completa para incorporar las novedades y avances de la investigación arqueológica. En estos 25 años, la arqueología en Alicante ha cambiado mucho, con descubrimientos que han alterado el panorama histórico.
Desde su creación en el año 2000 hay civilizaciones de las que teníamos muy poco conocimiento y los trabajos de investigación han avanzado muchísimo. Hemos podido incorporar grandes descubrimientos como la mano de bronce, que es una pieza única en el mundo, pero no se puede variar el discurso completo de la exposición porque es muy potente y se ha sostenido muy bien en este tiempo para explicar gran parte de la historia.
En este sentido, ¿el diseño de las exposiciones es un elemento fundamental en el MARQ?
El diseño es crucial. No solo se trata de exhibir piezas, sino de crear una experiencia inmersiva. Por ejemplo, en la exposición "La Belleza del Cuerpo" se utilizó un diseño muy elegante y luminoso que resaltaba las piezas y transmitía un mensaje claro sobre la civilización griega. Evidentemente hay un diálogo entre los arqueólogos y los diseñadores, porque en este caso lo que hace Grecia es explorar el cuerpo humano, ya no es la rigidez de las primeras esculturas que son del estilo egipcio, sino que aparece el movimiento, aparece la curvatura y es necesario que el discurso se adapte a las piezas expuestas. Por eso introdujimos una vitrina curvada, para transmitir esa complejidad que se aleja de lo lineal y hace las esculturas mucho más fluidas. Cada exposición tiene un concepto detrás que guía el diseño y la presentación de las piezas.
Y en esta línea, una exposición como la de Dinastías aglutina muy bien ese componente de diseño y el valor expositivo. ¿De qué manera surge la idea de llevar a cabo esta exposición de creación propia?
Dinastías es una exposición que nace gracias a la investigación del museo. El comisario, Juan López Padilla, es especialista en la prehistoria y ha trabajado en yacimientos de la Edad del Bronce, en la época de El Algar, dentro del plan de excavaciones del MARQ. Esta exposición conecta distintas culturas y aborda el nacimiento de los protoestados, un tema fascinante que además ha contado con la colaboración de diferentes museos europeos y con piezas que todavía no habían sido expuestas en ninguna entidad.
¿Cuál es la relevancia de la Edad del Bronce en la historia europea?
La Edad del Bronce es fundamental para entender las raíces profundas de Europa. Pasamos del Paleolítico, donde la gente era cazadora-recolectora, al Neolítico, donde se empezaron a almacenar alimentos y a domesticar ganado. Esto permitió la especialización en otros menesteres, como la sacerdotal o la guerrera. Con la metalurgia y la creación de herramientas de bronce, se consolidaron territorios y jerarquías, formando la base de la territorialidad y los grupos que defendían esos territorios. Esta evolución es esencial para entender el origen de los países y la identidad europea.
¿Cómo ha sido ente bambalinas la gestión logística para unir a 21 museos en la exposición Dinastías?
Negociando, negociando mucho. Primero hay un trabajo previo de contacto, pidiendo piezas y enviando documentos oficiales. Hay que tasarlo, hacer la logística del transporte, de los seguros, etc. Es un proceso complicado porque cada museo tiene su propia burocracia. Todo eso requiere un seguimiento muy estricto. Una vez comprometidas las piezas, se organiza la recogida y el transporte. Los correos, que son representantes de los museos, asisten al montaje y supervisan las condiciones de exposición, como temperatura y humedad. Esto crea un puzzle logístico muy grande, incluyendo alojamiento y billetes de viaje para los correos."
¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrentaron en esta exposición?
Fue un estrés muy grande. Desmontamos la exposición de los Guerreros de Xi’an el 30 de enero y comenzamos con Dinastías el 26 de marzo, en solo dos meses. Fue una auténtica locura, más estresante incluso que la de China. Afortunadamente, el equipo del museo es muy bueno y dedicado, trabajando incluso fines de semana para lograrlo. Sin la voluntad, el entusiasmo y la capacidad del equipo, esto no habría salido adelante. Normalmente, un montaje así requiere seis meses, pero lo logramos en dos meses gracias al equipo. El arquitecto jefe de la Diputación, con mucha experiencia, fue crucial para que todo encajara bien y funcionara.
¿El hecho de tejer alianzas con otras entidades es también una manera de nutrir al museo para conjugar la vertiente cultural con una parte más turística con capacidad para atraer visitantes?
Por supuesto. Y al final la mejor alianza es que te conozcan y sepan que lo haces bien. Por ejemplo, cuando el Museo Británico vino aquí, se dieron cuenta de que esto era un museo serio con un equipo responsable y que es mucho más que sus salas de exposición, sino que también cuenta con un amplio equipo de restauración, almacenes, sistema de climatización…Hemos realizado más de 150 exposiciones desde el año 2000 y nunca hemos tenido problemas. Nuestra reputación nos ayuda a solicitar y recibir exposiciones de gran calibre.
La parte educativa del MARQ también es muy importante. ¿Qué programas y actividades ofrecen para diferentes públicos?
Nuestro Departamento de Didáctica hace un trabajo excepcional. Ofrecemos programas para todos los públicos, desde niños hasta personas con capacidades diferentes. Trabajamos con colectivos como personas con discapacidades visuales o intelectuales, presos y grupos específicos como mujeres. La inclusión es uno de nuestros pilares y hemos recibido varios premios por nuestros programas educativos. De hecho, para el MARQ es muy importante la relación con los alicantinos. Es fundamental que la gente de Alicante se sienta parte del museo y que vea en el MARQ un lugar donde aprender y disfrutar de su historia y patrimonio.
Por último, ¿a qué retos se enfrenta el MARQ en el futuro?
Uno de los principales retos es la renovación de nuestras exposiciones permanentes para mantenernos actualizados y atractivos. Además, queremos seguir expandiendo nuestros programas educativos y nuestras colaboraciones internacionales. La tecnología seguirá jugando un papel crucial en cómo presentamos la arqueología al público. Es más, te diría que el principal reto como comentábamos al principio es hacer comprensibles los yacimientos al público general. La arqueología puede ser compleja y, a veces, abstracta. Estamos trabajando en tecnologías como las reconstrucciones virtuales para ayudar en esta tarea. Sin embargo, estas tecnologías aún no están completamente integradas en nuestros yacimientos, lo que representa un desafío continuo.