Este lunes 9 de septiembre se inició el nuevo curso en Alicante y lo ha hecho envuelto en un clima de tensión en varios centros como el Santo Ángel de la Guarda y el Voramar, donde le enésima avería del ascensor ha obligado a la madre de un niño con movilidad reducida a trasladar a su hijo al aula por las escaleras. En el caso del colegio de Educación Especial, el personal docente alertaba la semana pasada que las instalaciones temporales no cumplían con las condiciones necesarias para acoger al alumnado, aunque el Ayuntamiento defiende que el centro se encuentra en una “situación óptima”.
"Nos sentimos engañados y toreados". Así de contundente se mostraba la presidenta del AMPA del Santo Ángel de la Guarda en la concentración de las familias durante el primer día de curso en la puerta del colegio. Para los padres, lo que se prometió sobre las aulas provisionales por parte de la Concejalía de Educación está lejos de la realidad actual. Según denuncia, las condiciones de seguridad y accesibilidad son insuficientes y las obras interfieren con la rutina diaria. “Aún sale polvo y los obreros siguen trabajando, a pesar de que no deberían estar ahí durante la hora lectiva”, añade.
Lo que más preocupa a las familias es la vulnerabilidad de sus hijos, muchos de los cuales no pueden expresar si están bien o si han sufrido algún percance durante el día escolar. "Tenemos miedo, porque cuando nuestros hijos vuelvan a casa no podrán contar si han estado bien o mal. No hablan”, explica la presidenta del AMPA, subrayando la angustia que esto genera en muchos padres. Además, denuncia que las promesas iniciales del Ayuntamiento no se han cumplido: "Nos dijeron que estaríamos en un centro adecuado, pero es injusto que estos primeros días nuestros hijos no puedan salir al patio”.
Las familias del Santo Ángel de la Guarda han luchado durante años para que se lleven a cabo las obras del Plan Edificant, destinadas a mejorar las infraestructuras del colegio, pero ahora que las remodelaciones han comenzado, sienten que sus hijos han sido relegados a un entorno que no es seguro ni accesible. “Nuestros niños necesitan más cuidados que cualquier otro, y, sin embargo, están abandonados. Es hora de que los políticos cumplan con lo prometido y se pongan en nuestro lugar”, concluye la presidenta del AMPA, en un tono que refleja la frustración y el hartazgo de quienes llevan años esperando soluciones.
El Ayuntamiento se defiende: "El centro está en situación óptima"
La concejala de Educación, Mari Carmen de España, ha defendido en una comparecencia en la mañana de este martes 10 de septiembre que el colegio Santo Ángel de la Guarda estaba listo para iniciar el curso este lunes. "Se ha trabajado intensamente durante el verano en coordinación con la Consellería de Educación y la Generalitat Valenciana para adaptar las aulas provisionales”. Una afirmación que el personal docente crítica que no se haya hecho con mayor previsión para evitar “situaciones caóticas e inseguras”.
En sus declaraciones, De España asegura que las rampas de acceso y los sistemas de agua y electricidad estaban plenamente operativos para el primer día de clase, además de remarcar que ha existido una constante comunicación con la dirección del colegio para resolver cualquier incidencia. "Las aulas fueron colocadas en julio y, desde entonces, se ha trabajado para que todo esté dispuesto el 9 de septiembre, incluyendo la construcción de plataformas que aseguren la accesibilidad", ha declarado la concejala, destacando el esfuerzo realizado para adaptar las instalaciones a las necesidades del alumnado.
No obstante, el Ayuntamiento reconoce que aún quedan aspectos por finalizar, como algunos espacios exteriores que no estaban contemplados inicialmente en el proyecto. Según De España, se procederá a completar estas áreas en los próximos días, reafirmando que el centro cuenta con las condiciones necesarias para que el curso transcurra con normalidad.
En este sentido, la presidenta del AMPA concluye que atendiendo a la preocupación y el “miedo” de gran parte de los padres y madres del alumnado con necesidades especiales, hubieran preferido que el Ayuntamiento hubiera decretado el retraso en el inicio del curso en el colegio Santo Ángel de la Guarda hasta que las obras de acondicionamiento de las aulas prefabricadas estuvieran completamente finalizadas. “La concejalía dejó esa decisión en manos de las familias cuando es algo que no nos corresponde”, asegura.