Imagina una estación que, como si tuviera ojos invisibles, observa y entiende el movimiento de los viajeros, adaptándose a sus necesidades sin invadir su privacidad. Esto será posible en Luceros durante los próximos meses después de que el servicio del TRAM en Alicante aplique una novedosa tecnología, pionera en el sector ferroviario en España, que permite monitorizar en tiempo real y de forma anónima el flujo de personas en la parada.
Tal y como ha avanzado Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), se trata de una experiencia piloto que probará su eficacia en la estación con mayor número de movimientos diarios de toda la red del tranvía metropolitano de Alicante. El proyecto utiliza sensores láser LiDAR, capaces de medir distancias, mapear espacios en tres dimensiones y transformar el movimiento en datos para optimizar la gestión del transporte público.
La entidad ferroviaria autonómica colabora con la empresa Outsight, especialista en Percepción en 3D, y el integrador tecnológico de referencia SICE, en esta iniciativa respaldada con fondos europeos con el objetivo de dar un paso hacia adelante en la integración completa de infraestructuras inteligentes en el sistema de FGV. Así, la tecnología generará un gemelo digital en tiempo real de la estación de Luceros.
¿Cómo funciona?
El programa de Outsight permite recopilar datos detallados sobre la ocupación y movimiento dentro de la estación para verificar las zonas con mayor acumulación de personas e identificar tiempos de espera en cada área. De esta forma, asegura FGV en un comunicado, se podrá entender los momentos de mayor demanda y planificar mejor los recursos.
En concreto, la empresa pública podrá conocer el número de personas que hay en todo momento en la estación, la cantidad de viajeros que entra por cada acceso, los usuarios que entran y salen por cada uno de los tornos, los pasajeros que suben y bajan por las escaleras, el tiempo medio de espera en las máquinas expendedoras automáticas o el tamaño de la cola de gente que espera en la taquilla a ser atendida en cualquier instante.
Esta información es clave para monitorizar patrones de uso e identificar los momentos de alta afluencia de pasajeros. También se analiza la densidad de ocupación para detectar posibles cuellos de botella en áreas determinadas de la estación, lo que facilita una planificación más precisa y permite ajustar los servicios según las necesidades detectadas, así como proponer mejoras que optimicen la circulación de los usuarios.
Esta prueba piloto tendrá una duración de entre tres y cuatro meses, tiempo en el cual se “evaluará su impacto en la gestión de pasajeros y se generarán informes detallados de gran valor”, ha subrayado FGV. Por último, la conselleria de Medio Ambiente e Infraestructuras ha destacado que estos datos servirán para identificar áreas de mejora y explorar nuevas colaboraciones que expandan el uso de la tecnología en otras infraestructuras inteligentes.