Arrancan las labores de emergencia por el desprendimiento de parte de una cornisa del Ayuntamiento de Alicante el pasado 24 de octubre. La actuación supone un refuerzo a la colocación de las mallas de protección que presiden las dos torres del edificio histórico casi dos meses después de un suceso que, por suerte, no provocó daños personales.
Desde entonces, el tráfico por la calle Altamira está cerrado y varias vallas impiden el acceso a la acera más cercana a la fachada, aunque no existen restricciones para el tránsito peatonal para disfrutar del Belén Gigante. Así, los trabajos, que cuentan con la aprobación de la Conselleria de Cultura al tratarse de un Bien de Interés Cultural (BIC), son de carácter temporal mientras se ultima la redacción del proyecto de rehabilitación integral del inmueble.
Tal y como ha detallado el Ayuntamiento, la empresa Esclapés e Hijos es la encargada de acometer estas labores que consisten en el desmontaje de la balaustrada de coronación de las torres, así como la instalación de nuevas protecciones para evitar la caída de elementos a la vía pública. El documento técnico expone que se colocarán anclajes en juntas entre sillares para minimizar posibles roturas.
El presupuesto de la actuación asciende a 166.083 euros y cuenta con un plazo de ejecución de un mes. La portavoz del equipo de gobierno ha reiterado que estos trabajos “no se trata de la reforma de la fachada, sino medidas cautelares de carácter provisional” tras las acusaciones vertidas por el grupo socialista sobre la incapacidad de la mercantil escogida para llevar a cabo este tipo de labores en un BIC.
Adjudicación directa a una” firma solvente”
La portavoz adjunta del Grupo Municipal Socialista, Trini Amorós, ha reclamado unaa copia íntegra de los contratos tramitados por vía de urgencia, así como el informe del departamento de Patrimonio Integral sobre los desprendimientos y sobre las medidas que se deben adoptar. “Deben explicar por qué no se ha contratado a una empresa que esté clasificada expresamente para intervenir en un BIC”, ha subrayado la edil socialista.
Amorós ha recordado que el Ayuntamiento se encuentra trabajando en estos momentos con otras empresas del sector, como la que está realizando el desmontaje de la Torre Placia, que sí cuentan con el distintivo específico para la intervención sobre edificios protegidos. Por ello, le sorprende que se haya elegido a una empresa cuyo certificado de inscripción en el registro oficial de licitadores y empresas clasificadas del sector público, según apuntan desde el PSOE, no recoge la conservación y mantenimiento de inmuebles históricos.
Sin embargo, la portavoz del equipo de gobierno, Cristina Cutanda, ha explicado que “los trabajos de fijación de seguridad en los dos torreones del Ayuntamiento de Alicante no son obras de reforma”. Además, ha enfatizado en que estas obras de emergencia no se licitan, “se adjudican directamente a una empresa solvente” y que la clasificación del contratista en un grupo y categoría específicos “sólo es exigible para contratos de obra de más de 500.000 euros, que no es el caso”.
Cutanda ha explicado que la solvencia de la empresa para hacer estos trabajos la acredita el servicio de Infraestructuras al ser la empresa adjudicataria del servicio para la adopción de apuntalamientos, redes o marquesinas en edificios con carácter general. "Más adelante –ha añadido– la rehabilitación de la fachada del Ayuntamiento sí requerirá una clasificación mínima a establecer en el pliego, ya que sí serán objeto de licitación”.
Por último, Cutanda ha concluido que “este acuerdo pasó por la Mesa de Contratación sin mayor reparo”,y qe ha insistido en que durante esta fase de emergencia “lo primordial es la seguridad de las personas, una vez comprobada la estabilidad del edificio, al tratarse de una intervención mínima y de carácter no permanente”.