Alicante se sitúa a la vanguardia en las redes de drenaje de España

El segundo informe de la UA sobre cambio climático señala el descenso del promedio anual de precipitaciones por debajo del umbral de un clima árido

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Una alcantarilla en un día de lluvia en la ciudad de Alicante
Una alcantarilla en un día de lluvia en la ciudad de Alicante

El cambio climático y la gestión del agua son de las cuestiones de futuro que preocupan a la sociedad en general y a la ciudad de Alicante en particular. Tras el primer informe de la Cátedra Aguas de Alicante de Cambio Climático de la Universidad de Alicante, presentado en abril, en el que se señalaba que las noches cálidas se convertirán en un fenómeno recurrente, el segundo análisis profundiza sobre los datos estadísticos hidrometeorológicos locales y la regionalización de los efectos del cambio climático.

En este caso, el informe destaca la excelencia de la red de drenaje de la ciudad de Alicante, subrayando que “gracias a la transformación y modernización” se sitúa entre las más avanzadas de España. La red está ampliamente sensorizada y telecontrolada, lo que ha mejorado su eficiencia ante eventos de lluvia. A su vez, el documento destaca la importancia de anticipar los cambios meteorológicos futuros, especialmente las precipitaciones extremas, para desarrollar planes estratégicos que mejoren la resiliencia de la ciudad.

Las precipitaciones, en el centro de la cuestión 

El análisis pone en contexto la situación geográfica de la provincia de Alicante. Así, explica que la orografía y la exposición marítima influyen en la distribución de las precipitaciones, resultando en dos áreas climáticas principales: la septentrional, con precipitaciones que pueden superar los 1000 mm/año, y la centromeridional, con un ambiente semiárido o árido y precipitaciones menores a 300 mm/año. Esta caracterización del clima regional es “crucial para la planificación de recursos hídricos y la evaluación de riesgos climáticos extremos”.

El estudio fue presentado por el director de la cátedra y catedrático de Análisis Geográfico Regional en la Universidad de Alicante, Jorge Olcina, el director del Laboratorio de Climatología y por responsable del departamento de Explotación de la Red de Drenaje Urbano en Aguas de Alicante, Luis Cutillas. Se basa en 80 años de datos de temperatura y precipitación proporcionados por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). 

Los resultados indican que desde 1970 las temperaturas medias mínimas, promedio y máximas han aumentado en Alicante. De esta forma, las noches tropicales, por encima de los 20º, se han cuadruplicado desde los años ochenta del siglo XX, mientras que las noches tórridas o ecuatoriales (>25°C) han incrementado a partir del siglo XXI, concentrándose el 49% de ellas en los últimos 20 años.

Por lo que respecta a las precipitaciones, en los últimos 30 años se ha observado un descenso en las lluvias con una intensidad moderada inversamente proporcional al incremento de las precipitaciones fuertes, muy fuertes o torrenciales. El promedio anual de días con lluvia se ha reducido un 26% en los últimos 30 años, situándose la media anual en 285 mm, por debajo del umbral que caracteriza un clima árido.

Proyecciones a futuro

El responsable de la red de drenaje de Aguas de Alicante, Luis Cutillas, destaca la importancia de entender cómo el cambio climático afecta las variables hidrometeorológicas en la ciudad. Es por ello que para la elaboración del informe se han utilizado modelos validados por el IPCC y el World Climate Research Program para realizar proyecciones hasta el año 2100 bajo tres escenarios de cambio climático: optimista, continuista y pesimista.

En este sentido, las proyecciones indican que las temperaturas medias anuales aumentarán en todos los escenarios, con incrementos de hasta 3°C en el escenario más desfavorable. En cuanto a las precipitaciones, se proyecta una reducción tanto en la lluvia media diaria como en el número de días con precipitación, con descensos de hasta un 30% en el escenario más desfavorable. Asimismo, el informe también proyecta un aumento en la intensidad de las lluvias extremas, con incrementos de hasta un 40% en el escenario más desfavorable, y un aumento del nivel del mar entre 30 y 70 centímetros.

El informe subraya la necesidad de un enfoque integral y coordinado para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, la transición energética, la planificación urbana, así como gestionar eficientemente los recursos hídricos y revisar los protocolos de sequía y planes contra incendios. Es fundamental trabajar en la obtención de nuevos recursos, como el agua regenerada de las estaciones depuradoras.

El probable incremento en la intensidad de las precipitaciones requiere una revisión profunda de los sistemas de gestión de redes de drenaje urbano y de los planes de emergencia y de inundación. Las proyecciones climáticas deben integrarse en la planificación urbana, con una coordinación estrecha entre las empresas gestoras del ciclo integral del agua, las empresas de servicios climáticos y las administraciones.

Aguas de Alicante está trabajando en la creación de un gemelo digital de la red de drenaje, proporcionando información valiosa sobre los efectos de las lluvias y la efectividad de los sistemas de drenaje urbano sostenible. La ciudad afronta estos retos a través del Plan Estratégico “Alicante Agua Circular y Verde”, centrado en la reutilización de agua depurada, la protección de los medios receptores y la prevención de inundaciones.

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