Guerra contra el ruido en Alicante. Acabar con las molestías que alteran el descanso de vecinas y vecinos se ha convertido en un objetivo “prioritario”. Todo ello, pese a que el Ayuntamiento continúa sin implantar de forma definitiva las Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS) de Castaños y el Casco Antiguo. Aún así, este verano la Policía Local ha desplegado un dispositivo especial para velar por el cumplimiento de la ordenanza municipal.
La campaña comenzó a mediados de agosto y se mantendrá hasta finales de septiembre. Los agentes han controlado los niveles de ruido con equipos calibrados en áreas de ocio nocturno, calles con alta concentración de bares y terrazas, plazas, parques y zonas residenciales. Además, durante este periodo se están realizando inspecciones para verificar el horario de cierre de los establecimientos, licencias y condiciones de aislamiento acústico.
Viviendas y ocio nocturno, en el punto de mira
Tal y como ha detallado el Ayuntamiento, el grueso de las actuaciones se ha concentrado en viviendas, con 204 intervenciones derivadas de quejas vecinales. Le siguen las incidencias en la vía pública (126), donde se repiten las denuncias por cánticos, gritos y grupos reunidos de madrugada. Los locales y establecimientos de hostelería suman 92 intervenciones, mientras que los vehículos acumulan 22 y las fiestas de barrio autorizadas, 13.

Por horas, la franja nocturna es la que concentra la mayor parte de las incidencias: 295 actuaciones entre las 22:00h y las 7:00 horas. Por la tarde se registraron 148 y en horario de mañana, apenas 14 intervenciones. La Policía Local apunta a las zonas de ocio, parques, plazas y calles con gran concentración de bares como los principales focos de denuncias.
En paralelo, se han levantado un total de 53 actas de sanción. De ellas, 21 corresponden a infracciones graves, castigadas con multas de entre 601 y 12.000 euros y con la posibilidad de suspensión de la licencia ambiental durante un plazo de hasta un año. El resto son leves, con sanciones de hasta 600 euros. Las infracciones muy graves, que no se han registrado este mes, pueden alcanzar los 300.000 euros y la retirada definitiva de licencias.
Controles reforzados y sonómetros en la calle
El consistorio recuerda que el dispositivo está formado por medio centenar de agentes y responde de manera “inmediata” a las llamadas ciudadanas por molestias de ruido. Así, entre las actuaciones más habituales durante este periodo están las mediciones con sonómetros homologados, inspecciones en locales y controles en terrazas y veladores.
Al mismo tiempo, a lo largo de este mes también se han registrado intervenciones en playas y espacios públicos por consumo de alcohol acompañado de música, así como denuncias por arrastre de mobiliario y música fuera del horario permitido. El operativo incluye además la vigilancia de obras fuera de horario, coches con el llamado “escape libre” o música elevada, y dispositivos electrónicos usados en la vía pública sin autorización.

La Policía Local puede requerir verbalmente el cese inmediato de la actividad ruidosa y, en caso de incumplimiento, aplicar medidas de proporcionalidad como la disolución de grupos o el desalojo de locales. Todas estas actuaciones cuentan con el apoyo de la Unidad de Disciplina Urbanística, que garantiza la validez de las mediciones acústicas.
“La campaña cumple objetivos”
El concejal de Seguridad, Julio Calero, ha señalado que el dispositivo “está teniendo un efecto directo en la reducción del ruido en el municipio”. El edil esgrime que Alicante no es una ciudad "especialmente ruidosa", aunque matiza que existen algunos "puntos calientes de especial incidencia" en los que se ha puesto "énfasis" en este dispositivo especial de control.
Calero ha destacado, a su vez, que la campaña “está cumpliendo con los objetivos de concienciar a la ciudadanía y a los establecimientos sobre la importancia de respetar los límites sonoros, actuando de manera proactiva y disuasoria en las zonas identificadas como más conflictivas". Por último, ha insistido en que esta iniciativa sirve para "garantizar" la aplicación "efectiva" del régimen sancionador de la ordenanza contra la contaminación acústica.