Cambio significativo en el modelo urbano y comercial de Alicante. A partir de ahora, aunque todavía con unos meses de margen, los espacios subterráneos que comparten vida con la planta baja de los edificios pueden transformarse en tiendas, bares y restaurantes. ¿Dónde? En un total de 50 calles situadas en los principales ejes comerciales de la ciudad.
El Ayuntamiento ha aprobado la Modificación Puntual 49 del Plan General Municipal de Ordenación (PGMO) para la regulación excepcional del uso de la primera planta sótano en viales calificados como viarios estructurantes. Esta modificación permitirá el uso terciario de estas ubicaciones con el objetivo de “dinamizar, flexibilizar y descentralizar” la actividad.
¿Qué negocios se pueden abrir?
Tal y como recoge el Ayuntamiento en un comunicado, la utilización se permite para todas las actividades terciarias incluyendo comercio, hostelería, oficinas y alojamientos temporales. Sin embargo, estará prohibida la instalación de habitaciones de pisos turísticos en esos espacios bajo suelo, ya que el texto establece específicamente que en ningún supuesto podrán ubicarse en planta sótano espacios destinados al descanso.
En este sentido, el documento también recoge que la actividad deberá ser “única y ejercida bajo una misma titularidad”, por lo que no se podrá desarrollar de forma independiente en la planta sótano o semisótano y en la planta baja. Además, establece como requisito que el acceso al sótano se realice desde la planta baja y que la superficie destinada al público sea igual o superior a la correspondiente a la planta sótano.

Hasta ahora, el uso terciario del primer sótano en ejes comerciales estaba muy restringido. De hecho, solo permite actividades que ocupen una manzana completa. Además, no se permite el uso de sótanos para los usos como alojamientos temporales y oficinas. Con esta modificación puntual, cuyo trámite se inicia ahora, esta posibilidad se extiende a más opciones comerciales y en más calles de la ciudad de Alicante.
Ampliar a zonas alejadas del centro
El uso de sótanos en establecimientos terciarios se amplía en los llamados ejes comerciales, vías en las que el PGMO establece una serie de condiciones excepcionales para “fomentar la implantación de usos terciarios”, con el fin de “difundir la actividad terciaria hacia partes menos centrales de la ciudad, para equilibrar a las diversas áreas que la integran”, según recoge el Plan General.
También a los llamados viarios estructurantes, que surgieron de la necesidad de incorporar al planeamiento municipal las directrices establecidas en un acuerdo del Consejo Local de Comercio de 21 de octubre de 2015 para promover una mejor distribución espacial del comercio en el municipio. Asimismo, permitió ampliar las localizaciones de estos establecimientos en viarios de gran capacidad, asimilados a la red primaria.
Aun así, no se trata de una aplicación inmediata, pues una vez ha pasado por la Junta de Gobierno, el documento de modificación será sometido a consulta por parte del servicio territorial de Urbanismo de Alicante; la dirección general de Comercio, Artesanía y Consumo; y los servicios de Disciplina Urbanística y de Comercio del Ayuntamiento.
De hecho, el propio consistorio deberá un informe ambiental y territorial estratégico y, tras ello, se someterá a exposición pública en el trámite urbanístico posterior por un plazo mínimo de 45 días antes de que, por último, sea aprobado definitivamente por el Pleno. El recorrido todavía es largo, pero ya se ha puesto la primera piedra para este cambio.