El comercio de proximidad de Elche se adentra en una etapa de profunda transformación. Después de la licitación de la reforma de los mercados de las plazas de Barcelona y Madrid, ahora es el turno del Mercado Central. Tras casi 20 años de incertidumbre, retrasos y promesas incumplidas el proyecto comenzará a tomar forma en los próximos meses, convirtiéndose en un referente comercial, turístico y patrimonial de la ciudad ilicitana.
Tal y como ha avanzado el Ayuntamiento, la empresa municipal Pimesa da un paso decisivo hacia la renovación de este emblemático recinto de abastos con la adjudicación provisional de las obras de rehabilitación integral. El proyecto, que será ratificado el próximo 27 de febrero en el Consejo de la entidad, supone una inversión de 8,8 millones de euros y cuenta con un plazo de ejecución de 15 meses, por lo que podría estar finalizado de cara a 2027.

La rehabilitación dotará a Elche de un mercado con una imagen innovadora y moderna, así como de un rincón en el que disfrutar también de la gastronomía y los productos locales. Al mismo tiempo, permitirá recuperar y poner en valor los restos arqueológicos de los baños árabes y los refugios de la Guerra Civil. De hecho, la actuación contempla que la urbanización de estos espacios se integren en la red de calles y plazas del centro histórico.
Un espacio abierto, sostenible y funcional
La reforma del Mercado Central no se limitará únicamente a la mejora del edificio, sino que transformará todo su entorno con la plantación de árboles, una iluminación renovada y pavimento integrado para potenciar la conexión entre el interior y el exterior. La superficie construida, según recoge el documento técnico, será de alrededor de 3.500 metros cuadrados, de los que algo más de 1.300 corresponden a la zona interior del recinto.
Entre las intervenciones destacadas, el mercado iguala la cota de la planta baja con el espacio público, elimina el forjado intermedio y cambia la cubierta manteniendo la volumetría actual para garantizar la entrada de luz natural mediante la conservación del lucernario. La disposición del pavimento potenciará la idea de un edificio abierto y diluirá el límite entre la zona interior del edificio y todo el entorno exterior.

Por lo que respecta al espacio comercial, estará compuesto por 24 puestos de venta tradicional de 15 metros cuadrados. Además, se incorpora una amplia zona gastronómica situada en los extremos del edificio. De hecho, una de las novedades más destacadas es que algunos puestos podrán preparar y servir su propio género para el consumo directo en el mercado, promoviendo la experiencia culinaria como atractivo añadido.
En paralelo, la Avenida de la Comunidad Valenciana, donde actualmente se ubican los comerciantes y placeros de manera provisional, recuperará su uso original como zona ajardinada y de esparcimiento una vez que el nuevo mercado esté en funcionamiento.
El aparcamiento, una asignatura pendiente
Con la rehabilitación del Mercado Central en marcha, el gobierno municipal también trabaja en la planificación del futuro aparcamiento, un compromiso adquirido con los comerciantes en 2023. De esta forma, el alcalde de Elche, Pablo Ruz, ha avanzado que en las próximas semanas se iniciará el procedimiento administrativo para definir su ubicación y las mejores alternativas para garantizar la comodidad de vecinos y visitantes.
El propio primer edil ilicitano ha calificado el inicio de este proceso como "un día importante para la ciudad", subrayando que, después de dos décadas, "Elche inicia una nueva etapa". Por su parte, la teniente de alcalde, Aurora Rodil, ha destacado que el nuevo mercado tendrá una "proyección moderna, como los que ya existen en otras grandes ciudades", con el objetivo de convertirlo en un atractivo turístico y un motor de dinamización del centro.