Villena se prepara para despedir a uno de los pasos a niveles más peligrosos del municipio veinte años después de pedir su supresión. La Generalitat ha confirmado el desbloqueo de la actuación, paralizada desde el año pasado tras la rescisión del contrato inicial, que también contempla la ejecución de una ronda urbana para canalizar el tráfico fuera del casco urbano.
La inversión definitiva se sitúa en 5,2 millones de euros, el plazo de ejecución es de 24 meses y los trabajos de transformación urbana de este punto situado en el cruce de las calles Rosalía de Castro y Trinidad comenzará en la segunda quincena de septiembre. Así lo ha anunciado la Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio.
La actuación, financiada mediante el convenio entre la Generalitat y el Ministerio de Transportes en el marco del desarrollo del Corredor Mediterráneo, responde a la necesidad de adaptar la infraestructura ferroviaria a "nuevos criterios de velocidad y seguridad".
Tal y como explican desde la administración autonómica, e lo largo de los meses de verano se llevarán a cabo varios estudios técnicos preliminares, tareas de replanteo del terreno y la coordinación entre Adif, el Ayuntamiento de Villena y las empresas implicadas.
Ronda urbana y pasos subterráneos
El proyecto contempla la reurbanización de la calle Rosalía de Castro y la construcción de un paso inferior para vehículos y peatones en el lugar donde actualmente se encuentra el paso a nivel. También se habilitará un segundo paso a nivel exclusivo para peatones. Además, se ejecutará una nueva ronda urbana que rodeará el núcleo poblacional de Villena.

Esta nueva infraestructura incluirá carriles para tráfico rodado, rotondas, aceras, un andén ciclista y zonas de aparcamiento. El objetivo es desviar el tráfico de largo recorrido fuera del centro urbano y reducir los riesgos asociados al actual cruce ferroviario, que se encuentra rodeado de viviendas, así como del Museo arqueológico de Villena.
Desde la firma del contrato original en noviembre de 2020, el proyecto ha pasado por diversas fases, con dificultades técnicas y administrativas. Entre los problemas señalados figuran cuestiones de titularidad del suelo, retrasos en las autorizaciones necesarias y conflictos de replanteo. Finalmente, en agosto de 2023 se decidió rescindir el contrato inicial.
Tras la paralización, la Dirección General de Infraestructuras Viarias revisó el proyecto, adaptó el diseño técnico a las nuevas condiciones y actualizó el presupuesto. También se amplió el plazo de ejecución para garantizar la viabilidad de la obra. Con esta reformulación, se ha evitado la necesidad de licitar de nuevo, lo que habría supuesto retrasos adicionales según señala el conseller Martínez Mus.
Infraestructura ferroviaria y seguridad
La supresión del paso a nivel se considera una medida necesaria para permitir la duplicación de la vía y el aumento de velocidad del tráfico ferroviario en el tramo La Encina–Alicante. Y legislación vigente recoge que este tipo de actuaciones son incompatibles con la existencia de pasos a nivel urbanos.
La Generalitat prevé iniciar las obras tras las fiestas patronales de Villena una vez desbloquaado definitivimamente el proyecto. La intervención permitirá mejorar la seguridad vial y peatonal en la zona y, al mismo tiempo, forma parte de las actuaciones que facilitarán el avance del Corredor Mediterráneo, una infraestructura clave para la conexión ferroviaria del litoral mediterráneo.
La ejecución del nuevo trazado urbano y ferroviario representa, según explican fuentes de la administración autonómica, una de las obras más relevantes en materia de movilidad en Villena en los últimos años.