La provincia de Alicante es un paraíso para los amantes del senderismo. Los paisajes combinan montañas escarpadas, barrancos y acantilados que se funden con el Mediterráneo. Caminar por sus senderos invita a descubrir los contrastes sorprendentes de la Costa Blanca: la brisa marina del litoral, el murmullo de los ríos en gargantas esculpidas en el corazón de las sierras o la inmensidad al coronar una cima en plena naturaleza.
Alicante enamora con cada paso y se convierte en una experiencia que entrelaza aventura, belleza natural e historia. A continuación te proponemos cuatro rutas imprescindibles que encapsulan la esencia de la provincia a través de pasarelas vertiginosas, caminos desafiantes y propuestas espectaculares que reúnen toda la magia alicantina.
El Puig Campana
El Puig Campana es la segunda cima más alta de Alicante (1.408m), y una de las montañas más icónicas de la Comunidad Valenciana por su cercanía a la costa: solo 7,8 kilómetros. Su ascenso es exigente, con pendientes pronunciadas y tramos rocosos que ponen a prueba la resistencia de los senderistas. Sin embargo, la recompensa al llegar a la cima es inigualable: vistas panorámicas que en días despejados permiten observar la isla de Ibiza.

El recorrido de este paraje protegido por su valor paisajístico y medioambiental parte de la Font del Molí, en Finestrat, y cuenta con dos opciones principales: una ruta circular de unos 12 kilómetros, más fácil, bonita y accesible a través del sendero PR-CV 289, o una ascensión directa hasta la cumbre de aproximadamente 8 kilómetros conocida como el ‘kilómetro vertical’. Para quienes buscan un desafío, esta es, sin duda, la ruta definitiva.
Barranc de l’Infern
Conocida como la “Catedral del Senderismo”, esta ruta es un desafío para los más experimentados. Situada en la Vall de Laguar, cuenta con un recorrido circular de unos 14 kilómetros y más de 6.000 escalones tallados en la propia roca por los moriscos. Se trata de un sendero que antiguamente conectaba pequeños pueblos de montaña y que hoy en día representa uno de los itinerarios senderistas más exigentes y bonitos de Alicante.
El sendero, salpicado de antiguas casas de piedra en ruinas, serpentea entre montañas, atravesando barrancos y ofreciendo vistas espectaculares en cada tramo. A pesar de su dificultad moderada-alta, la belleza del paisaje y el peso histórico de la ruta la convierten en una de las más emblemáticas de Alicante. Se recomienda llevar abundante agua y realizar la caminata en épocas de clima templado para evitar el calor extremo.
Ruta de los Acantilados
Ubicada en la localidad de Benitatxell, esta ruta permite caminar junto al Mediterráneo, con el mar extendiéndose hasta el horizonte y los acantilados elevándose majestuosamente sobre las aguas. Es un recorrido de dificultad moderada que discurre entre calas escondidas y antiguos refugios de pescadores.
Con una longitud aproximada de 4 kilómetros ida y vuelta, el sendero ofrece paradas espectaculares (y obligadas) en miradores naturales desde donde se pueden contemplar aguas cristalinas y formaciones rocosas impresionantes. Además, la posibilidad de darse un baño en alguna de las calas aisladas añade un atractivo maayor a esta caminata.
El Forat de Bèrnia
Una de las rutas más singulares de la provincia es la que lleva al Forat de Bèrnia, un túnel natural de unos 20 metros que atraviesa la montaña y conecta las dos vertientes de la sierra homónima. Al cruzarlo, los senderistas se encuentran con una de las vistas más bonitas del litoral mediterráneo, con la bahía de Altea y la Serra Gelada en el horizonte.

El recorrido, de unos 9 kilómetros de longitud, también permite explorar las ruinas del Fuerte de Bèrnia, una construcción del siglo XVI que añade un componente histórico a la aventura. Entre la belleza del paisaje y la historia que envuelve la zona, esta ruta es una de las más recomendadas para excursionistas que buscan un recorrido y una experiencia completa