No hay verano en Alicante sin una horchata bien fría o un helado frente al puerto. Es decir, sin esa pausa entre palmeras bajo el toldo del quiosco Peret. Para muchos, era una tradición tan arraigada como la Santa Faz, las Hogueras, la toalla en el Postiguet o el paseo al atardecer por la Explanada. Este año, sin embargo, ese ritual para generaciones de alicantinos y alicantinas desaparece: el mítico bar no abrirá sus persianas este verano.
El Ayuntamiento ha rescindido de forma definitiva la concesión de la mercantil Kiosko Peret S.A., heredera de la familia que regentó este emblemático espacio durante décadas. De esta manera, el consistorio alicantino pone fin a un conflicto que se ha dilatado desde 2021 con la empresa, que acumulaba una deuda de más de 131.000 euros en impagos de la propia concesión, así como de otros tributos municipales.
¿Adiós definitivo?
A pesar de varios intentos de negociación, en marzo de 2024 el Ayuntamiento dio por cerrada la vía del acuerdo y aprobó la rescisión por “causas imputables al contratista”. La medida quedó a la espera del dictamen del Consell Jurídic Consultiu de la Comunitat Valenciana, que ha dado luz verde a la cancelación irrevocable del contrato actual.

Ahora bien, ¿es un cierre definitivo del quiosco? Se trata únicamente de un cese temporal de la actividad este verano. Por tanto, alicantinos y turistas tendrán que asumir una Explanada sin uno de sus puntos más carismáticos mientras se saca a licitación pública la nueva concesión del espacio. El Ayuntamiento prevé hacerlo "cuanto antes", pero los plazos administrativos impiden que pueda estar en funcionamiento a corto plazo.
La portavoz del equipo de gobierno, Cristina Cutanda, ha confirmado que el consistorio intervendrá la garantía del contrato –valorada en 30.000 euros– para hacer frente a parte de la deuda. Además, ha explicado que para resolver la totalidad del impago se ejecutará el cobro restante por la vía de la liquidación “como a cualquier otro ciudadano”.
El nombre también se va
Aunque el espacio podrá reabrir bajo una nueva gestión, lo que no volverá será el nombre. Los hasta ahora concesionarios tienen registrado la denominación "Peret", lo que impide que la próxima adjudicataria utilice esa marca sin su consentimiento. Esto significa que, a pesar de que el quiosco permanezca físicamente, lo hará con otro nombre y otra identidad.
Por lo que respecta a la licitación, desde el Ayuntamiento señalan que el nuevo pliego de condiciones buscará mejorar y aumentar el valor del entorno del quiosco con mejores sillas y veladores, manteniendo, eso sí, su estructura original pero con una imagen más cuidada. La intención es que la esquina entre la Explanada y la Plaza del Mar se convierta en un punto de referencia integrado en el diseño urbano que vaya más allá de la nostalgia.

Un cierre anunciado
El conflicto no es nuevo. La Junta de Gobierno ya había intentado resolver el contrato en marzo de 2024, pero un recurso presentado por la empresa, en el que alegaba haber satisfecho parte de la deuda y se negaba a perder la concesión, obligó a suspender temporalmente el expediente en diciembre hasta obtener nueva documentación.
La espera ha concluido cuatro meses después, el pasado marzo. El Consell Jurídic Consultiu publicó en su web el informe favorable a la rescisión. Sin embargo, el equipo de gobierno esperó a tener la notificación oficial para actuar y resolver de forma definitiva la concesión de un espacio cargado de recuerdos en Alicante. Un verano sin Peret será menos verano, aunque será necesario acostumbrarse.