El proyecto de transformación de la playa de La Almadraba en Alicante gana tamaño y presupuesto. La aparición de una villa romana en pleno proceso de reurbanización del entorno ha llevado al Ayuntamiento a replantear el enfoque y retocar plazos, inversión y objetivos. Así, la Junta de Gobierno ha aprobado un modificado que incrementa en casi un millón de euros la cuantía inicial para ensalzar el valor del yacimiento arqueológico.
Además, el consistorio ha explicado que, aprovechando la coyuntura, se van a ejecutar en paralelo varias mejoras en la gestión de aguas pluviales, nuevas instalaciones de riego, más juegos infantiles y equipamientos en la zona. Por tanto, el plazo de ejecución es otro de los factores que se ve alterado con esta modificación, que pasa de los 14 previstos a 16 meses.
El modificado introduce cambios clave. El primero, la puesta en valor del yacimiento romano, que será visitable una vez finalicen las excavaciones. El segundo, la actualización de la red de drenaje para evitar que las lluvias arrastren sedimentos hasta la playa. También se renueva el diseño del área infantil y se incorpora equipamiento inclusivo. A esto se suman ajustes en la red de riego, mobiliario urbano y espacios de estancia.
Así cambiará La Almadraba
El ámbito de actuación abarca unos 25.000 metros cuadrados. El plan marca como objetivo una regeneración ambiental que haga de esta zona un espacio más atractivo y funcional. Para ello se apuesta por la renaturalización del entorno, la plantación de nueva vegetación y la conservación de la ya existente. La topografía se modelará para facilitar recorridos peatonales continuos y accesibles.

Las calles Corbeta y Almadraba pasarán a ser peatonales. Esta decisión pretende reforzar la idea de parque junto al mar y reducir la presión del tráfico sobre el área. Se instalarán nuevas zonas de descanso, aparcabicis, pasarelas de madera y hormigón, lavapiés, fuentes, sillas y bancos. La intervención aprovecha para renovar el colector existente, lo que permitirá una mejor gestión del alcantarillado y de las aguas pluviales.
Una de las actuaciones más destacadas es la creación de un sistema sostenible de drenaje. El objetivo es reducir la velocidad del agua en episodios de lluvia fuerte y canalizarla de forma segura. Para conseguirlo se construirá un aljibe de retención y un canal abierto que limite los arrastres hacia la playa. También se habilitará un canal filtrante que aumentará la capacidad de absorción del terreno.
El plan en cifras: el nuevo rostro de La Almadraba
• 6.847.191 euros de presupuesto total• 16 meses de plazo de ejecución
• 25.000 metros cuadrados de superficie de actuación
• Renaturalización completa del entorno
• Nueva red de drenaje con aljibe, canal abierto y canal filtrante
• Calles Corbeta y Almadraba peatonalizadas
• Juegos infantiles inclusivos
• Yacimiento romano visitable con pasarelas y paneles
• Traslado del quiosco y nuevo edificio de emergencias semienterrado
Por otro lado, se trasladará el quiosco situado en Dominio Público Marítimo Terrestre a una zona verde acondicionada con el objetivo de activar el nuevo espacio público generado y se sustituirá el edificio de salvamento y emergencias del Ayuntamiento para evitar su impacto visual actual por una pieza semienterrada con una cubierta vegetal.

La villa romana que cambia el rumbo del proyecto
La excavación arqueológica ha revelado restos de una villa romana con una ocupación prolongada entre los siglos III a.C. y IV d.C. Han aparecido estructuras de viviendas, monedas y un conjunto notable de piezas cerámicas. Entre ellas se han documentado cerámicas campanienses, ibéricas pintadas, monedas del periodo de Antonino Pío y diversos ejemplares de terra sigillata. La presencia de estos materiales apunta a un momento de esplendor en los siglos I y II d.C.
La zona ya había sido objeto de catas en 2009, pero los trabajos actuales han permitido obtener una imagen más completa del asentamiento y confirmar su relación con Lucentum. Aunque las estructuras conservadas se reducen sobre todo a cimientos, el plan prevé recrecer algunos puntos para facilitar la comprensión del espacio doméstico romano.
El itinerario visitable incluirá pasarelas de madera que permitirán recorrer el yacimiento sin dañarlo y paneles con información histórica. La intención es que el visitante pueda reconocer cómo era la villa y qué papel cumplía dentro de la vida cotidiana de la costa en época altoimperial.
