¿Te has enterado de que la Zona de Bajas Emisiones ya es una realidad en Alicante? La medida entró en vigor el pasado viernes 31 de enero, aunque lo ha hecho con cierta discreción. A pesar de tratarse de un cambio significativo en la movilidad urbana, su implantación en la ciudad sin restricciones de circulación, necesidad de etiquetas ambientales en los vehículos y, por tanto, sin sanciones ni multas, ha diluido la importancia de la normativa.
El pleno aprobó el pasado mes de diciembre esta ordenanza que debería mejorar la calidad del aire en la ciudad en respuesta a la directriz europea para reducir las emisiones contaminantes en ciudades con más de 50.000 habitantes. Se trata de la última fase de activación de la ZBE en Alicante tras las obras de calmado del tráfico en el eje Marvá-Canalejas y la transformación del Paseo Mártires de la Libertad en la fachada litoral.
En paralelo, otra de las medidas en el control de la circulación en la ciudad de Alicante, en este caso de velocidad, ha sido la instalación de cuatro nuevos radares en los principales accesos de la capital alicantina desde mediados del mes de enero. En este sentido, las avenidas de Dénia, Elche, Caja de Ahorros y Villajoyosa han incorporado nuevos dispositivos que se suman a los que ya estaban operativos en otros puntos de la ciudad.
Mapa con los límites de la ZBE
El Ayuntamiento ha diseñado un esquema de la ZBE en Alicante que se estructurará en tres anillos concéntricos que abarcan diferentes áreas de la ciudad. La zona más restringida para la circulación, con prioridad absoluta para los peatones, será el Casco Antiguo, donde solo podrán acceder vehículos autorizados, residentes y comerciantes con permiso previo.
Esta limitación de acceso al corazón histórico de la ciudad ya existe desde el año 2011 y el incumplimiento de estas normas podrá acarrear multas de hasta 200 euros, siendo la única área de la ZBE en Alicante con sanciones. La extensión de este anillo interior supera las 10 hectáreas y está delimitado por la Rambla de Méndez Núñez, la avenida de Jaime II, la ladera del castillo de Santa Bárbara y las calles Jorge Juan y Altamira.
Sin embargo, los anillos dos y tres, que comprenden el centro tradicional y la Gran Vía, no tendrán restricciones de tráfico. Las áreas incluidas se extienden por ejes como Soto-Marvá, Alfonso el Sabio y la avenida del Puerto en el segundo anillo, mientras que el tercero engloba barrios como Carolinas, Altozano, Campoamor, Benalúa, San Blas o el Pla. En estos sectores, la circulación continuará sin cambios y no se requerirá ningún permiso especial.
En este mapa puedes consultar al detalle las áreas incluidas en los distintos anillos de la ZBE en Alicante:
De hecho, estos dos anillos exteriores se utilizarán para la monitorización y el estudio del tráfico, de manera que se puedan recopilar datos para futuras decisiones en materia de movilidad en la ciudad. Así, el consistorio destaca que aunque no haya sanciones se realizará un seguimiento constante del comportamiento del tráfico y las emisiones en estas áreas, con el fin de ajustar en un futuro la política según los resultados obtenidos.
Sistema para monitorear el tráfico
En el marco de la nueva ZBE, el Ayuntamiento ha instalado una red con más de 70 cámaras de lectura de matrículas y 15 medidores de calidad del aire en los límites de cada uno de los anillos, así como en varias ubicaciones dentro del área restringida. Está previsto que este sistema de monitoreo, que permite supervisar en tiempo real la circulación y la calidad del aire, se amplíe de forma paulatina hasta los 300 dispositivos en los próximos años.
Además, Alicante también cuenta con varias pantallas informativas en diferentes puntos estratégicos en los accesos a la Zona de Bajas Emisiones. Estos paneles ofrecen datos en tiempo real sobre el tráfico, la ocupación de aparcamientos y otros factores clave para que los conductores puedan tomar decisiones de movilidad de manera informada.
Y como parte de ese avance tecnológico dentro del proyecto ‘Alicante se mueve, Being Smart’, el Ayuntamiento también pretende lanzar una aplicación móvil para consultar esa información sobre la evolución del tráfico en la ciudad antes de iniciar el desplazamiento hacia el centro. Al mismo tiempo, la ‘app’ recomendará rutas alternativas en caso de que el sistema detecte aglomeraciones en determinados puntos de la red viaria municipal.
Impuestos más bajos para vehículos menos contaminantes
Por último, otra de las medidas que explora el Ayuntamiento con la entrada en vigor de la ZBE en Alicante pasa por establecer bonificaciones fiscales en el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM). Tal y como avanzan desde el equipo de gobierno, la idea es que esta rebaja alcance hasta un 75% de descuento para los coches menos contaminantes.
Estos incentivos se establecen según la calificación energética y son accesibles para coches eléctricos y aquellos que no superen la tasa de 160 gramos por kilómetro de emisión de CO2. El vicealcalde y concejal de Medio Ambiente, Manuel Villar, subraya que la ZBE permite una gestión “más eficiente” del tráfico “sin castigar” a los ciudadanos y fomenta la movilidad sostenible a través de incentivos fiscales y mejoras urbanas.