El gran paseo peatonal sobre el mar que prometía cambiar la imagen del frente litoral de Alicante no verá finalmente la luz. La llamada “isla flotante”, concebida como pieza central del anillo de 2,8 kilómetros que uniría los muelles de Poniente y Levante en el Puerto, ha quedado definitivamente descartada tras múltiples incidencias técnicas, hundimientos parciales y la negativa de la empresa constructora a realizar la prueba de carga final.
La Autoridad Portuaria ha confirmado en el Consejo de Administración celebrado este martes el inicio del proceso para resolver el contrato y restaurar el lecho marino. Así, se pone fin a uno de los proyectos más ambiciosos —y problemáticos— de la dársena interior alicantina.
Una isla para unir el paseo del puerto
El proyecto, presentado en noviembre de 2021, formaba parte del plan de modernización y mejora de los muelles abiertos al público. La idea consistía en crear una plataforma artificial que sirviera como punto de conexión entre los muelles de Poniente y Levante, completando un recorrido circular alrededor del recinto portuario. Además, en su diseño se contemplaba la instalación de un restaurante panorámico distribuido en tres niveles.
La estructura, de 34,80 metros de longitud y 20 de anchura, presentaba una forma rectangular con un extremo curvo orientado hacia el mar abierto. Para acceder a la isla se preveía un servicio de barco-taxi con propulsión 100 % eléctrica, que conectaría los muelles 5 y 7 —Panoramis y Distrito Digital— con los 8 y 10, dónde se sitúa el área de restauración, la marina deportiva, el mareógrafo, así como la Zona Volvo y el actual El Muelle Live.
El proyecto, adjudicado en febrero de 2022 a Vías y Construcciones —filial del grupo ACS— por un importe de 2,1 millones de euros, arrancó con previsiones optimistas. Sin embargo, poco después de iniciar la cimentación, se detectó un hundimiento parcial en uno de los pilares de apoyo. Ese fallo estructural llevó a reforzar el lecho marino con trabajos adicionales, pero las inspecciones posteriores confirmaron que los problemas persistían.
Fallos técnicos y un conflicto sin solución
En marzo de 2023, tras concluir las obras de refuerzo, la empresa rechazó realizar la prueba de carga prevista en el contrato, paso imprescindible para que la Autoridad Portuaria pudiera recepcionar la obra. Ante esa negativa, el Consejo de Administración del Puerto solicitó informes externos, incluido uno del CEDEX —organismo público de referencia en obra civil—, que desaconsejó el ensayo por el "alto riesgo de colapso" de la estructura.
A partir de ese momento, se sucedieron auditorías y peritajes que certificaron el deterioro irreversible de la plataforma. Las conclusiones fueron unánimes: la estructura no cumplía los estándares de seguridad necesarios para albergar las instalaciones previstas. En paralelo, la Intervención General del Estado recomendó registrar en las cuentas de 2024 una pérdida por deterioro de 2,7 millones de euros, equivalente prácticamente al total de la inversión.
Según fuentes del ente portuario, durante los últimos dos años se intentó "sin éxito" alcanzar un acuerdo con Vías y Construcciones para buscar una solución técnica. “Se han agotado todas las vías para subsanar la situación”, ha afirmado el presidente de la Autoridad Portuaria, Luis Rodríguez, al término del último Consejo de Administración. “La prioridad ahora es garantizar la seguridad, la transparencia y la responsabilidad ante la ciudadanía".
El desmantelamiento, próxima fase
El Consejo ha iniciado el procedimiento de resolución contractual y abrirá un periodo de diez días para que la constructora presente alegaciones. Si no se alcanzara un acuerdo, el asunto se elevará al próximo Consejo antes de fin de año, con la previsión de ordenar el desmantelamiento de la estructura y la restitución del lecho marino.
El barco-taxi eléctrico, ya construido y probado, quedará en propiedad del Puerto y se destinará a "otros servicios". En cuanto a la concesión para el restaurante, adjudicada en su día a una alianza entre Forty Group y Alicante Gastronómica, la Autoridad Portuaria confirma que se da por anulada ante la "imposibilidad" de ejecutar el proyecto.