Una de las calas más populares del litoral de El Campello está a punto de experimentar una completa remodelación para recuperar su estado natural y dotar al frente marítimo de un renovado espacio de playa y baño. La Cala Baeza, que arrastra una fuerte degradación por la acumulación de sedimentos y vertidos, será objeto de una actuación de regeneración ambiental y urbanística impulsada por la Dirección General de la Costa y el Mar.
¿Cómo será la transformación de la cala?
Así, el plan de acondicionamiento y transformación contempla la eliminación del espigón norte, muy deteriorado por el paso del tiempo, y la adecuación del espigón sur. De este modo, el documento técnico explica que se podrá incrementar la circulación del agua marina en la zona para mejorar la energía del oleaje y reducir la acumulación de sedimentos.
La regeneración de la playa se llevará a cabo mediante un aporte exterior de arena que permitirá alcanzar un ancho máximo de 30 metros y una longitud de más de 130 metros. La superficie total superará los 3.000 metros cuadrados. Los trabajos incluyen también un dragado de aproximadamente 46.700 metros cúbicos de material depositado en la dársena, actualmente colmatada y con un escaso calado para el acceso de embarcaciones.

Además, la actuación adjudicada por el Ministerio para la Transición Ecológica señala que parte de ese material recogido del fondo marino se aprovechará para la regeneración de la Cala Lanuza. Con ello, se persigue “devolver a Cala Baeza su aspecto natural y, al mismo tiempo, garantizar una protección costera más eficaz frente a temporales”, apunta el MITECO.
Por otro lado, en la zona terrestre está prevista la creación de una senda peatonal con suelo terrizo de casi 1.000 metros cuadrados que permitirá el acceso directo a esta futura playa regenerada. Este itinerario restablecerá el tránsito peatonal y dotará al frente marítimo de un nuevo espacio de esparcimiento ciudadano. La intervención está concebida para compatibilizar la función protectora de la playa con un uso recreativo seguro y ordenado.
Fecha de inicio y plazos
Los trabajos comenzarán este lunes 8 de septiembre y la previsión es que se prolonguen durante los próximos seis meses. La adjudicación recayó en la empresa Sociedad Anónima Trabajos y Obras (SATO), especializada en infraestructuras marítimas y portuarias, que ejecutará la intervención por un importe cercano a los tres millones de euros.
Tal y como ha anunciado el Ayuntamiento de El Campello, la actuación implica la entrada y salida de maquinaria y vehículos pesados, de hasta tres toneladas. En este sentido, el consistorio informa que posibles afecciones temporales al tráfico en la avenida de Orihuela durante este periodo y pide “comprensión y colaboración ciudadana” ante las posibles molestias.
En concreto, el documento técnico de la licitación recoge la posibilidad de emplear buceadores en las labores submarinas, así como el uso de grúas para posicionar la escollera con el fin de reducir los desplazamientos dentro del perímetro de la obra y agilizar los plazos de ejecución de los trabajos.
Antecedentes y estudio previo
Antes de comenzar el proyecto, el MITECO solicitó analizar la problemática existente y se llevaron a cabo una serie de estudios previos para alcanzar un conocimiento “suficientemente exhaustivo” del comportamiento de este tramo de costa. A partir de ahí se plantearon diversas alternativas para alcanzar los objetivos previstos y solventar el rompecabezas provocado por una concesión negligente hace ahora más de medio siglo.
En la década de los setenta, se autorizó la construcción de dos espigones convergentes con el objetivo de proteger la costa y favorecer la acumulación de arena. Sin embargo, los temporales y las crecidas dañaron las estructuras, y los sedimentos retenidos, mayoritariamente limos y arcillas, acabaron consolidándose con una vegetación muy espesa.
El espacio se acabó utilizando como fondeadero de embarcaciones, un uso no contemplado inicialmente en la concesión. Finalmente, esta fue declarada caducada, aunque las obras no se demolieron, ya que existían propuestas para reconvertir el enclave en puerto deportivo. Mientras tanto, las urbanizaciones levantadas en el entorno se consolidaron sin conexión con la red general de saneamiento del municipio, agravando el deterioro del paraje.