El cierre forzoso de la histórica Librería 80 Mundos tras la compra del inmueble en el que se sitúa su local para la transformación en apartamentos turísticos parece inevitable. Sin embargo, el cese de una de las referencias del sector cultural de Alicante, al menos de su ubicación actual, ha removido la conciencia del gobierno municipal y el Ayuntamiento extiende la moratoria sobre nuevas licencias de viviendas turísticas a bloques completos.
Así lo anunció el alcalde Luis Barcala este pasado jueves durante la inauguración de la rotonda Sacerdote Juan Cantó Rubio en Vistahermosa Norte. “El objetivo es llevar ya al pleno de este mes de julio la ampliación de la medida”, señaló el primer edil. La moratoria afectará a toda la ciudad y suspenderá la tramitación y autorización de licencias, declaraciones responsables y otros permisos vinculados a nuevas viviendas turísticas.
También se paralizará la emisión de cédulas de garantía urbanística y de informes de compatibilidad para este tipo de usos. Esta nueva moratoria mantendrá la duración de la existente desde enero de 2025, es decir, dos años (2027). Barcala indica que abarcará “absolutamente todo el sector del alquiler vacacional” y añade que esta ampliación será “fundamental” para integrar el modelo turístico en el nuevo planeamiento urbanístico.
Controlar la proliferación de pisos turísticos
El alcalde reconoce que la adquisición del edificio de 80 Mundos por parte de una empresa madrileña con planes exclusivamente turísticos, que acaban con una trayectoria de más de 40 años de historia de la librería en la avenida de General Marvá, ha puesto el foco en un debate “necesario” que, según apunta Barcala, el equipo de gobierno “ya tenía previsto abordar".
De hecho, la concejala de Urbanismo, Rocío Gómez, considera conveniente ampliar la moratoria en la concesión de licencias a los bloques turísticos para “controlar su proliferación en determinados barrios, garantizar el acceso a la vivienda, proteger a residentes y negocios”. Al mismo tiempo, asegura que extender la medida otorga tiempo para analizar cada zona de la ciudad y “tomar las decisiones más oportunas en cada caso" en el futuro plan general.

Los datos de la Conselleria de Turismo, difundidos por el propio consistorio alicantino en un comunicado, recogen que desde el año 2023 se han inscrito en Alicante 53 bloques de pisos turísticos: 16 en 2023, 25 en 2024 y 12 hasta el pasado 30 de junio. Actualmente, el registro autonómico contabiliza 90 edificios turísticos en la ciudad con un total de 965 apartamentos.
Un modelo equilibrado
Tal y como manifestó Barcala cuando se aprobó la primera suspensión de licencias para pisos turísticos aislados en bloques residenciales, ahora vuelve a apuntar hacia una regulación más estricta del sector para "garantizar un crecimiento equilibrado y sostenible". Aún así, confirma que el consistorio no asumirá las competencias sancionadoras sobre apartamentos turísticos ilegales transferidas por la Conselleria de Turismo el pasado año.
"Alicante no tiene ningún problema de saturación turística, pero tenemos la obligación de ordenar y regular un crecimiento sostenible para no morir de éxito ni matar a la gallina de los huevos de oro", puntualizó el primer edil en un encuentro con la Asociación del Terciario Avanzado en la sede de la CEV en Alicante, donde defendió el papel del turismo como motor económico.
La moratoria, no obstante, fue recurrida en marzo por la patronal del sector en la Comunitat Valenciana (Aptur) al considerarla "injustificada y desproporcionada". Además, desde la Asociación de Bloques y Viviendas Turísticas de Alicante (Abatur) rechazan la extensión de la medida a inmuebles completos y, por su parte, APHA solicita reunirse con el Ayuntamiento para tratar el asunto. “No ha habido ninguna, reunión, negociación ni comunicación previa”, lamentan.
La izquierda califica la reacción de “insuficiente”
El bloque progresista en el Ayuntamiento de Alicante cuestiona la forma de tomar la decisión. Ana Barceló, portavoz del grupo socialista, acusa al alcalde de actuar "a golpe de titular" y de hacerlo "a la desesperada, sin modelo de ciudad". Barceló lamenta la pérdida de un baluarte cultural como la librería 80 Mundos y considera “aún más grave” que el equipo de gobierno “no ha sido incapaz de poner orden con un modelo turístico sostenible para Alicante".
Por su parte, el portavoz de Compromís, Rafa Mas, expresa su desconfianza y acusa al ejecutivo municipal de "estar al servicio de la especulación". Mas critica que la moratoria inicial no incluyera la suspensión de licencias a los bloques y subraya que "la especulación inmobiliaria está destruyendo nuestra ciudad, y este ayuntamiento gobernado por PP y Vox —a los que considera socios— está claramente al servicio de los fondos de inversión".
Por último, desde Esquerra Unida-Podem, Manolo Copé, califica la ampliación como una reacción “tardía e insuficiente”. En este sentido, señala que “sin inspección, límites reales y parque público de vivienda, la medida no deja de ser maquillaje político". Acusa al gobierno local de ser cómplice de un modelo que "ha expulsado a los vecinos de sus barrios".